Parecía mentira la manera en que sus ojos lo miraban cada vez que estaba cerca. El brillo que desprendían lo hacían sentirse seguro y los brazos que lo recibían lo hacían sentirse cálido, lo hacían sentirse como en casa aún con miles de kilómetros alejandolo de ella.
Así era siempre con él; la calidez de aquel verano en el que lo conoció no desaparecía aún con el paso de las estaciones.
El problema era que el invierno llegaba instantáneamente cada vez lo hacía volver a la realidad y lo veía en aquellos brazos a los que en verdad pertenecía, o que Jungwoo creía que pertenecía.Lucas no tenía nada contra Doyoung, lo había conocido poco después de Jungwoo y al saber que este era la pareja, su amor a primera vista se había bajado de las nubes en caída libre. El chino sabía que el amor de esos dos era costumbre pero quedaba mal meterse entre ellos; Jungwoo se veía feliz y la felicidad de él era suficiente.
Tampoco quería sacarlo de su cabeza, sabía que en algún momento el mundo se las arreglaría para dejarlos juntos. O eso esperaba.El menor se encontraba frente a la pareja, se habían reunido en una "cita doble" Jungwoo le había presentado a una chica llamada Sulli-tan considerado como siempre-. Lucas no podía negar que la chica era divertida y agradable, pero hasta ahí. Su corazón solo pertenecía a Jungwoo.
¡Ah Jungwoo!
Lucas de verdad envidiaba a Doyoung. Jungwoo no solo era hermoso físicamente, esa hermosura no se comparaba con su forma de ser la cual era más que perfecta. El menor quería meterlo en una cajita de cristal y así evitar que el mundo dañara esa perfección, queria ser su protector... pero por desgracia había llegado demasiado tarde.¡Estúpidos pensamientos!
Doyoung y Jungwoo hablaban animadamente con Sulli mientras Lucas seguía con su mirada fija en la nada.
— Sulli es agradable ¿no crees? —preguntó Jungwoo, entrando a la casa. Cuando Lucas había llegado de China como estudiante de intercambio, había conseguido posada en aquel lugar y desde entonces era su segundo hogar.
—Lo es. —Respondió sacándose de encima la chaqueta y colgandola en el perchero.
—¿Por qué no te ves emocionado en salir con ella? —Jungwoo cruzó sus brazos, mirándolo fijamente. Allí iban de nuevo.
—Sabes que no puedo, simplemente no. —el chico negó con la cabeza, tirándose sobre el sofá.
—Si puedes. —afirmó el mayor.
—No puedo si te tengo a mi lado. Mi vida solo es para ti. —murmuró el chico lo suficientemente alto.
Jungwoo suspiró.—Te lo he dicho muchas veces...
—quieres a Doyoung y todo lo que paso hace un tiempo fue una equivocación. —le interrumpió Yukhei.—ya me lo has repetido mucho.
—Entonces no entiendo...
—No entiendes por qué sigo enamorado de ti.
—Lucas, sabes que te quiero como mi amigo ¿no?
A un amigo que besabas sabiendo que tenias pareja. Pensó Lucas.
Porque sí, ese era su papel en la historia. Lucas sabia que Jungwoo sentía lo mismo que él, solo que lo hacía cuando nadie veía, cuando nadie estaba presente. Cuando eran solo ellos dos.
—Lo sé. —suspiro rendido.
—Está bien. Me iré a dormir ahora. —avisó el mayor, dirigiéndose a su habitación.
El chino se quedó acostado un rato más. Dejándose golpear por los recuerdos, los cuales él mismo negaba sacar de su mente.
Él besando a Jungwoo... Jungwoo correspondiendo aquel beso... Muchos abrazos, muchos te quiero.
Y luego un baldado de agua fría cayendo sobre su cabeza.
—Oye Lucas ¿crees que aun sea muy pronto? —Doyoung se encontraba sentado en el sofá. Era viernes de película. Jungwoo estaba en la cocina preparando crispetas para acompañar.
—¿El qué? —preguntó indiferente.
—Matrimonio.
El chico se tenso. Doyoung siempre preguntaba lo mismo, desde hace más de un año.
—Aun están jóvenes.—era la respuesta del menor.
—Creo que ya me siento listo. —aseguró Doyoung.
—Piensa bien las cosas-se apresuró a decir Lucas — apenas tienen 24 años y solo llevan 3 de relación. Mis padres se casaron a los 30 y su noviazgo fue de casi 12 años.—mintió el menor. Doyoung hizo un puchero— como tu amigo no quiero que te apresures con una decisión tan importante.
El chico intentó sacar todo signo de culpabilidad de su cuerpo... Solo necesitaba tiempo para que Jungwoo se diera cuenta de que la persona que de verdad amaba era él.
—¿Lo crees? —Doyoung se quedo pensativo mirando al piso—supongo que está bien.
Lucas asintió. Había ganado un poco más de tiempo.
Pero ese tiempo no había sido suficiente y después de un año más, lo inevitable había sucedido.
Dolía, de verdad dolía. Pero Jungwoo se veía feliz, con su traje blanco en aquel altar.
Esa noche Lucas había llorado tanto que juraba haberse quedado sin lágrimas.Parecía mentira que la luz de su vida hubiera decidido alumbrar otra vida.
Lucas lo quería con él, sabía que el universo quería lo mismo pero entonces ¿por qué?, quizás si esperaba un poco más, sí, sabía que debía esperar un poco más.
Pero la espera era tan dolorosa y ver a Jungwoo seguir lo hacía aún peor. Porque el mayor avanzaba y él en cambio no lo hacía, pero confiaba en el universo y confiaba en el amor que le tenía.
Pero cuando la calidez del verano se vio afectado por el frío invierno y sus días se convirtieron en una helada se dió cuenta de que su espera ya no valía nada.
Porque Jungwoo no lo amaba como él quería.
La luz de Jungwoo no era él, era otro.
Y la realidad dolia, porque se sentía como si lo hubiera esperado toda una vida.Y el pasar de los años no lo hacía mejor, a pesar de las nuevas personas que llegaron a su vida. Lucas intentaba ser feliz, pero no había felicidad si no era junto al mayor.
Así era y así lo sería siempre.
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Cuando nadie ve. [Luwoo / Dowoo]
Short Story"La calidez de aquel verano en el que lo conoció no desaparecía aún con el paso de las estaciones. El problema era que el invierno llegaba instantáneamente cada vez lo hacía volver a la realidad y lo veía en aquellos brazos a los que en verdad perte...