Me atrevo a decir que perdí mi capacidad de escribir,
pero escribir es una palabra tan reducible
que solo diré que perdí mi capacidad de contar, de contarte.
A vos,
a quien tantas combinaciones le supe encontrar,
hoy perdiste tu gracia,
ya no estas en mis madrugadas, tentándome al insomnio.
Vos, que tan buenas intenciones tenías.
Que solo querías amor,
como franceses,
pero sin cigarrillos
ni guerras mundiales.
Es que a mí me gustan mis amantes despojados de futuro,
y vos, un pintor de mandalas,
y yo, un soldado caído.
Banderas blancas
Banderas rojas
Banderas negras