Es siempre octubre
Está atrapado en las manchas de café en tu pelo blanco,
en tu apodo,
en tu nombre.
En ese instinto de supervivencia que tengo de esperar que vuelvas,
porque no tenías que irte para que pueda definir perder.
Es siempre octubre
Aún sobrenada tu levedad de burbuja,
que me envuelve cada vez que hablo de vos,
de tu sonrisa.
Es siempre octubre
Mi amor desheredado aún se moja con la lluvia pernitente,
mientras se articulan teorías de por qué debería ser optimista en cuanto a tu inconclusa partida
Es siempre octubre
De nuevo,
te vas con la frecuencia con la que parpadeo;
una y otra vez,
como persianas de metal bajándose,
buscando desbaratar la costumbre
El eco del motor,
el punto de fuga,
mis brazos cruzados,
la ingenuidad de tu existencia.
Tus pupilas mudas gradúan con el ocaso.
Sigue siendo octubre