Roomi, a duras penas, había entendido que el amor de su vida, se había casado con alguien mas que no era ella. Ella lo entendía, pero no lo aceptaba.
Su corazón era el que no aceptaba, que su amor se le estaba yendo de las manos y, que sera de otra.
Otra tocaría su pelo, lo mimaria, lo miraria a los ojos. -Esos ojos verdes que a ella le hacían perder la razón y la noción del tiempo. No importaba cuantas veces se vieran, sabía que con solo verlos, se olvidaría del mundo-. Otra tocaría su cuerpo, sus curvas, sus músculos. Tendría sexo con él, -Como más de una vez lo había tenido con ella-. Otra le diría *Te Amo* esas palabras que ella nunca pudo pronunciar en voz alta.
Ella era su mejor amiga. Si, lo era. Así lo había afirmado el, no una, sino, varias veces. Y para su peor estupidez, un día antes de la boda de Nikki, -mientras tenían su última sesión de sexo-, ella estúpidamente le dijo al oído el nombre de otro. Y no de cualquier otro. Si no el de uno de sus mejores amigos... Tommy.
Y ahora ella no sabía si la escucho, o se hizo el loco. -Ya que el no paro de hundirse en su interior, sin decir una palabra, respecto a su estupidez de confundirlo-. Una duda que la carcomía por dentro y que jamas podria aclarar.
Pero tuvo que resignarse al amor que Tommy le tenía a ella. Roomi sabía bien que Tommy la quería. Que le podía dar un buen futuro.
Después de un recital exitoso,él le declaró su amor. Lastimosamente el corazón de Roomi pertenecía a Nikki. Si, pero ella no podría estar esperando a que Nikki la viera, más que como una simple amiga.
Así que, estaría bien que ella estuviera con Tommy, después de todo, no era un mal partido.
-Oye, estuviste genial- le dedicó una sonrisa a Vince mientras le palmeaba la espalda- Cantas de puta madre.
-Gracias- le dijo y se metió a su camarín, al parecer no estaba con muchas ganas de hablar, pero así era el.
A lo lejos diviso que venia el dúo dinámico. Nikki traía puesto su traje rojo, unos zapatos altos y sus tipicos lentes de sol. Tommy traía puesto un pantalón de cuero, su pecho al descubierto y sus baquetas bajo el brazo. Los dos llenos de sudor, dignos de un buen concierto.
-¿Te he dicho que son los mejores en lo que hacen? - les dijo. Se posicionó a medias de los dos y, los abrazo por los hombros, mientras seguían caminando, pero sólo prestaba atención a Nikki.
-Me lo has dicho muchas veces- dijo Nikki.
-Hola Tommy ¿Cómo estás? ¿Bien y tú? Bien, gracias por preguntar- dijo Tommy en un tono sarcástico-molesto.
-Hola Tommy-. Le dijo antes de que el se fuera molesto y, se encerrara en su camerin.
Nikki entendía a la perfección, lo que estaba viviendo Tommy en estos momentos. Celos. El los había sentido también el día de su boda, cuando vio a Roomy y Tommy entrar de la mano, y pasar toda la noche juntos.
-Roomy, necesitamos hablar. -Le dijo Nikki de repente.
-Claro. Vamos a tu camerino.
Se dirigieron hacia allí. Nikki sabía que era una mala idea. Pero tampoco podía decírselo.
Entraron y dejó la puerta abierta. Ahora era un hombre casado y, respetaría a su esposa, -aunque fuera una perra- y a su amigo. Que ahora estaba compartiendo una relación con Roomy.
-Sabes que me voy esta noche a mi luna de miel.
-Lo sé- le dijo con pesar.
-No quiero irme sin antes saber, que estarás bien.
-Deja el drama Nikki. Ahora tengo a Tommy, ya no estoy sola-. Le dijo para picarlo.
Y vaya que funciono. Nikki, sentía fuego por dentro. Lo único que quería era agarrarla y cogérsela en ese momento.
Concentraré Nikki-se dijo mentalmente-. No puedes. Ya no.
-Se que Tommy lo hará bien.
- No lo dudes-. Ella seguía resentida por lo que le hizo. Por eso le tiraba esas dagas. Aunque no le funcionaran. Por lo menos en su cabeza, si lo hacía.
Roomy no imaginaba, lo que a Nikki le dolía, todo lo que le estaba diciendo.
-Bien. Creo entonces, que, me voy tranquilo.
-Hazlo. Y disfruta tu luna de miel, - Le dijo fríamente-. Voy con Tommy.
Y entre más se acercaba a la puerta, él más quería retenerla y, arrancarle la tanga que se le alcanzaba a ver, por encima del pantalón de cuero negro que traía. Sus botines de tacón negros lo volvían loco. Parecía que tuviese un fetiche, hacia ellos.
La blusa negra, que le había regalado con el estampado de la banda, le caía de un hombro y se le veía tan sexy, que le estaba costando ocultar la maldita erección, que se le estaba formando. Traía un calentón y, de los grande. -Y pensar que, ahora te tienes que conformar, con lo que tienes esperándote en casa-se dijo.
Antes de pensarlo mejor, la tomó del brazo y, la hizo girar sobre sus talones.
-¿Que haces Nik...
Pero no termino. El la tomo del rostro y la beso. Fue haciendo su camino dentro de su boca. Metió su lengua y, empezaron una guerra entre ellos. No sabían cuánto tiempo había pasado, pero fue el mejor de todos. Sus lenguas danzaban. Sus manos se tocaban por todos lados. Se deseaban fieramente. Nikki, paso sus manos por debajo de sus nalgas y, la levantó. Roomy inmediatamente enrollo sus piernas alrededor de su cintura. Nikki camino con ella y, la posó encima del sofá , que tenía dentro de su camerin.
Nikki, estaba jugando con ella. No dejaba de tocar la tanga y, entre más la tocaba, ella más se mojaba.
-Quiero arrancarte esta maldita tanga-. Le dijo entre jadeos. Pero ella no estaba mejor que el.
-Hazlo Nikki, -le dijo con la respiración entrecortada. Maldita excitación-. Hazlo!- Esta vez le gritó desesperada.
-¿Qué diablos están haciendo?- Se escuchó la voz de un hombre sumamente molesto, por lo que estaba presenciando.
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¡OH MY GOOOOOSH!
Holaaa!! Roomy y yo queremos
pedirles un favor. Que voten plz. Seria así, como nuestro pago.
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All I Wanted Was You
Adventure¿Hasta donde estas dispuesto a llegar por amor? ¿Que eres capaz de hacer? ¿Y mas si se trata de tu mejor amigo? Roomi, intento de todo... Hasta lo inposible... Y sufrió las consecuencias.