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Levantado desde temprano, Sergi no podía dejar de pensar como decirle todo a Coral. Sabía que de una u otra manera ella se iba a terminar enterando, así que prefirió contárselo él mismo aunque no supiera cómo hacerlo. Mientras hacía dominadas con el balón en el jardín de su casa, pensaba en las distintas maneras de empezar la conversación.

Él nunca pensó que tendría que hablarle a Coral de Louise, nunca lo vio necesario. Ella desapareció tan pronto la dejó, cinco años sin verla y, de pronto, de un momento a otro empieza a mandarle cartas con frases de una de sus canciones. Para él no era novedad que Louise sea una cantante, siempre supo que el sueño de la chica era cantar y ser el centro de atención, que todos estén al tanto de todo lo que ella hace y eso era una de las cosas que molestaba a Sergi.

Recuerda que conoció a Coral un día que estaba peleado con Louise, fue tan al azar su encuentro; pero lo repetiría una y otra vez solo por volver a uno de los días en que fue más feliz que nunca. Coral era tan linda, y lo sigue siendo; pero en ese momento su sonrisa lo conquistó por completo. Fue como ver un rayo de luz en medio de una tormenta. Y así era la vida de Sergi antes de conocer a Coral, una tormenta. Ese mismo día, también recuerda, que Louise no estaba en casa y no le extrañó. En esos días ella desaparecía y no volvía hasta pasada las tres de la mañana. Ya era muy normal, y le molestaba profundamente que eso se hubiese vuelto una costumbre en él.

Pasada unas horas, Coral se había levantado y muy emocionado le propuso salir un rato, era su día libre y lo disfrutaría la máximo con su novia antes de decirle todo lo que tenía que confesarle.

El cine, helados, el parque y muchas compras fueron las actividades en las que se basó el día de Sergi. Veía a Coral con una enorme sonrisa mientras comía el sushi y eso le ponía muy feliz. Su novia era lo mejor que tenía en su vida.

— Vamos, Sergi— dijo Coral apenas llegaron a su hogar—, te conozco, amor. ¿Qué sucede?

Sergi suspiró. Coral se sentó en el sofá. Era el momento, sabía que tenía que hacerlo ya, Coral lo conocía muy bien.

— Tenemos que hablar de algo importante

— ¿Sucede algo malo?— Coral lo miró—. Sabes que sea lo que sea, podemos resolverlo juntos, cariño

Coral se veía nerviosa y eso le preocupó a Sergi, así que sacando una cajita de su bolsillo, sonrió.

— No es nada malo— Sergi jugó con la cajita en sus manos—. ¿Quieres casarte conmigo?

— ¿Qué?

Coral estaba impactada, pensó en todo menos en que Sergi le iba a proponer matrimonio.

— Si no quieres, lo entenderé...

— Acepto— la sonrisa de Coral no podía ser más radiante. Sergi sonrió atrapando a su novia entre sus brazos, ella se le había abalanzado contra él para abrazarlo—. ¡Dios, Sergi, te amo tanto!

Sergi suspiró, se casaría con la mujer de su vida.

— Coral, tenemos que hablar de otra cosa

— Ahora sí, ¿Qué sucede?

— Tengo que hablarte de mi pasado...

Cartas a mi ex. » Sergi Roberto [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora