Sigo siendo tu dueño [[Marco X Jean]] (TERMINADA)

•Capítulo 3: A sus órdenes, capitán• ~Especial Reibert~

Marco, por costumbre, despertó a tempranas horas.
Su vista se acostumbraba a la luz del sol que penetraba la ventana sin cortinas.

Al darse un leve estirón sintió compañía. Sonrió con dulzura al ver de quien se trataba.

Jean seguía dormido, con calma y abrazado a él. El pelinegro soltó un suspiro como relajación.

Entonces vio el teléfono de Jean que estaba por salir del pantalón del mismo, cosa que arrebató la noche anterior.

-(maldita tentación... ... Maldita tentación.... Ya...)- pensaba el mayor al zafarse de Jean sin despertarlo.

Este se acercó al pantalón y vio su teléfono, tomándolo y desbloqueandolo -pues sólo era un bloqueo al deslizarse- este vio el paquete de mensajes recibidos ayer.

-(veamos...)-

Este revisaba la cantidad de mensajes de mucha gente felicitándolo en su cumpleaños.

-(Thomas... ¿Eren?... Sasha.... Connie.... Armin.... ¡Ja¡ .... Todos menos Bayron.... Idiota....)-

Marco sonreía con malicia, quería restregarle el "amor" de Bayron en su cara, muchas cosas pasaron por su mente, pero debía presentarse al cuartel pronto.
Este escribió un mensaje para Bayron, fingiendo ser Jean, pidiéndole que se vieran mañana en el mirador a las 9 PM.
No habría problema pues Bayron ha dejado en visto 5 mensajes del castaño, posiblemente dejará en visto este también.

Marco dejó todo como estaba, acomodó la almohada y la sabana de Jean para que despertara bien, él en cambio, se vistió y salió en silencio rumbo al cuartel militar para prepararse.

Pov: Jean.

Un sueño realmente extraño me despertó, abrí los ojos de repente y la luz me dañó un poco.

-ah... Estúpido sol...-

A notar la posición del sol pensé que sería tarde, en efecto, era tarde.
Debía irme ya al trabajo.

Pero para cuando me levanté y me senté en la orilla de la cama lo sentí.

-¿Pero que...? Auh...-

Por alguna razón al sentarme duele, y no sólo eso, estaba desnudo, entonces recordé.

Recordé a Marco visitarme ayer, recordé la forma en la que me besaba, recordé su físico, entendí el por qué me dolía.

Ayer fui el pasivo.

-¿Jean? ¡Llegas tarde!-

-Perdona yo... Dormí más de lo habitual-

-Me pregunto por qué... Jejeje- se burló Steve -¿por que caminas así?-

-¿eh? Y-Yo... Bueno... Resbalé de las escaleras y caí sentado en la mayoría de ellas...- excusé.

-Sii... Escaleras....-

-¡ya basta! ¡A trabajar!- habló mi madre, molesta.

-oye... ¿Iras a la ceremonia militar?-

-¿eh? ¿Pero que eso no es entre militares?-