El Kaibaround

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Recuerdos del Kaibaround...

La memoria y sus caprichos. Es bien sabido que nada fija tan intensamente un recuerdo como el deseo de olvidarlo; por eso, una memoria selectiva es una gran ventaja a la hora de desprenderse de algo o alguien. Pero, ¿cómo olvidar lo que se tatuó en la piel sin necesidad de tinta? Los días pasan, pero la piel no olvida.

—Hermanita, ¿puedo pasar? —tocaba la puerta, pero no obtenía respuesta alguna.

Había pasado casi un mes desde que finalizó la semana de la tecnología. Serenity logró conseguir nuevamente su viejo trabajo en un local de reparación de artefactos tecnológicos. No estaba tan mal; el problema era que para esta misma fecha ella se imaginaba que estaría trabajando para KaibaCorp, con los mejores ingenieros de la época. Ahora solo le quedaban los recuerdos de la semana que pudo haber cambiado su vida.

Joey había intentado hablar con ella, pero aún no tenía ánimos para discutir sobre lo que pasó. Todo lo que sucedió aún la seguía afectando; intentaba buscar una forma de suprimir de su memoria todo lo ocurrido, pero era inevitable que algún recuerdo no llegase a su mente. Más aún cuando por todos los noticieros se anunciaba la nueva innovación de KaibaCorp.

—Serenity, soy Mai... —llamó desde la puerta blanca que permitía el acceso a la habitación de la castaña—. ¿Puedo pasar?

No tuvo más por hacer. Su vergüenza disfrazada de enojo era con Joey, no con Mai. Abrió la puerta y le permitió el paso a la novia de su hermano. Sabía que su intención era que hablara con su hermano, y sabía todas esas cosas que le iba a decir, y que ya le habían dicho antes, múltiples personas. Ella le hablaría otra vez a su hermano; solo necesitaba tiempo. La había hecho descalificar del evento de su vida y la había hecho pasar vergüenza con Katsuro, de las pocas personas que había sido amable con ella.

—¡Mai! —saludó con alegría, la abrazó inmediatamente; tenía varios meses que no sabía nada de ella—. ¿Cuándo llegaste? Joey no me dijo nada.

—Llegué ayer recién. ¿Cómo estás? —estaba preocupada por la castaña; se podía ver que estaba muy deprimida.

—Bien. —una corta respuesta que solo engloba su estado de salud—. ¿Cómo te fue en tu viaje? Me alegra que hayas llegado; Joey debe estar muy feliz.

—Me fue muy bien; mis padres, ya sabes... no parece que les gusta estar en un lugar fijo... —contó lo bien que le fue en su viaje. Serenity estaba feliz de hablar de otra cosa que no fuera esa tonta semana—... Finalmente, podré mantener una relación cercana con tu hermano. Me sentía muy triste por estar tan lejos... La distancia no es para cualquier relación. Incluso llegué a pensar que no iba a funcionar.

—Tú y mi hermano se aman. La distancia no era nada. —sonrió; estaba feliz por su hermano y Mai, habían pasado por tanto y finalmente ya estaban juntos; nada los separaría nuevamente.

—Parece que estás muy triste; aun cuando me sonríes, puedo notar que estás triste. —la conocía muy bien; no regresó la misma Serenity que se fue.

—No es nada... Es que me hubiese gustado trabajar en KaibaCorp. —tenía mucha nostalgia; cuando recorrió la torre Kaiba, se imaginaba en ese ambiente. Se sentía parte de aquel lugar.

—¿Piensas en KaibaCorp o en su CEO? —esa era la verdadera pregunta.

—No, no, no... —intentaba convencerse a sí misma, pero la verdad es que sí lo extrañaba—. Sé que se dijeron muchas cosas sobre mí y Seto, pero... nada fue real.

—No tienes que mentirme, Serenity... Yo no soy tu hermano. Joey me dijo que se habían hecho muy... cercanos. —Joey cada vez tenía menos puntos; ¿por qué le contaba a todo el mundo sobre... lo que sea que tuvo con Kaiba? Ya era mucho con lo que se insinuó en las noticias.

Nuestra historia (SETO X SERENITY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora