El silencio de la habitación permitió escuchar el cierre de la maleta gris. Jennie lanzo un profundo suspiro y miro a su alrededor, todo se encontraba en orden y sin una pizca de polvo, la ventana estaba abierta con las cortinas blancas cubriendo la luz solar pero moviéndose al compás del viento.
Bajo la maleta dejándola al pie de la cama, acaricio la sabana. Dos largos años habían pasado hasta ese momento, tanta felicidad se había convertido en su tristeza.
Miro su mano y se concentró en su anillo de bodas plateado y con la inscripción "Y&J" . Sonrió con pesar, todo había cambiado.
Tomo la maleta en mano y camino hasta la segunda habitación del departamento, donde dejaría la maleta, YoonGi jamas cruzaba esa puerta, en realidad el solo cruzaba la puerta de la recamara, tras cerrar con llave, la puerta principal se abrió dejando ver a un YoonGi serió. Nada anormal, era común, su esposo era un compositor y productor, trabajando bajo la agencia "BigHit Entertainment" y al lado de sus 6 mejores amigos.
- Hola cariño. - Sonrió y camino hasta el para depositar un casto beso en su mejilla. YoonGi la miro sin expresión. - ¿Quieres comer algo?
El pelinegro gruño para seguir con su camino hasta la habitación.
Nuevamente estaba sola, aun así tenia demasiada fé en que las cosas podían cambiar.
Siguió el mismo camino que el, encontrándolo acostado en la cama, se le subió encima, beso castamente sus labios para después besar su cuello. Su esposo nuevamente gruño, una sonrisa se formo en su rostro pero esta desapareció en cuanto el la separo tomándola de los hombros.
- Ya basta, estoy cansado. - Sin siquiera tener cuidado se coloco de pié dejándola tirada sobre la cama. Jennie lo miro entrar al bañó y suspiró.
Salió de la habitación y se recostó sobre el sofá, estaba cansada de intentar todo y no tener una buena respuesta por parte de YoonGi.
Cerro sus ojos y se dispuso a dormir, recordando los buenos tiempos de su relación.
Ambos entraron al departamento después de su corta luna de miel, que había sido exactamente solo el fin de semana.
YoonGi dejo o mas bien, tiro las maletas en el piso sin cuidado para girarse a mirarla y cargarla, Jennie río ante el repentino acto y solo atino a sostenerse abrazando su cadera con las piernas y los brazos alrededor de su cuello.
- Mi esposa. - Sonrió y dio un casto beso en sus labios. - Solo mía. - Beso su cuello y la llevo hasta la cama aun en brazos. - Queda un día y no lo desperdiciare.
- ¿Descansar es un desperdicio?. - Ayudo a su ahora esposo a quitarse la camisa.
- Lo es. - Con rudeza quito el top de Jennie y mordió uno de sus pechos, sacándole un leve jadeo. - Joder Jennie tenerte aquí y no hacerte el amor, eso si es un desperdicio.
Sin dejarla hablar comenzó a besarla con un hambre indescriptible, no se había cansado aun cuando en todo el fin de semana se la habían pasado teniendo relaciones varias veces al día, quizás 3 al día. Jennie llego a pensar si era tanto el deseo por que ella jamás le permitió tener intimidad en su noviazgo, tenia reglas y normas morales exageramente elevadas, una de ellas era el tener relaciones solo después del matrimonio y YoonGi casi se vuelve loco al tener a su perfecta novia en pijama corta las muchas noches que dormían juntos, pero la respetaba y jamas había intentado algo que ella no quisiera, su única compañía era su mano o un baño con agua fría en esas ocasiones, pero ahora era su esposa y podía tocarla hasta el cansancio.
La habitación se inundo con el sonoro gemido de Jennie al ser penetrada, el rubio la miro desde arriba con una sonrisa de lado.
Joder, esa maldita sonrisa que la volvía loca.
Abrió los ojos aturdida y se sentó tan rápido que sintió su cabeza dar vueltas, se maldijo mentalmente, debía dejar de pensar esas cosas... Cosas del pasado, un matrimonio fallido.
Alargo un suspiro y miro la hora.
8:13 a.m
El sonido que la hizo despertar había sido YoonGi cerrando la puerta principal, para irse al trabajo, algo tarde.
Miro su regazo, Holly estaba plácidamente dormida con ella, como siempre, solo ella era su dulce compañía. Con sumo cuidado la acostó a su lado para poder ponerse de pie y comenzar su actividad cotidiana. Limpiar, aunque la casa ya estaba completamente reluciente.
En cuanto se dio cuenta del reloj, ya habían transcurrido 2 horas, por lo que se apresuro a bañarse y cambiarse de ropa, lleno el plato de Holly y tomo su maleta en mano.
- Nos veremos pronto. - Beso la cabeza de la pequeña bola de pelos rizados y salió de la casa, tomando un taxi con dirección al aeropuerto. No sabría cuanto tiempo estaría fuera de Seoul pero no tenia alguna preocupación con respecto a Holly, YoonGi parecía que solo sabia de la existencia de ella pues era a la única que trataba con cariño.