❁Capítulo Final❁

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Años más tarde.

Ambos estaban nerviosos, aún así no separaban sus manos, necesitaban tenerse cerca.

—Ella...—JungKook asintió.

—¿Tienes muchos nervios?, mira se que es difícil pero es mi mamá y quiero que sepa a quien amo.

Tae sonrió, se sentía tan feliz e importante en la vida de Kookie que sus emociones eran poco controladas.

—Eres tan tierno, quiero guardar cada parte de tí en mi baúl—le dijo mientras le sostenía la cara dándole cortos besos.

—Hyung, ya basta.

La risa de Kookie era el paraíso.

—Bienvenido JungKookie, tu mamá está cerca del lago dijo que alimentaría a los patos—sonrió la mejor amiga de su madre, que trabajaba allí como guardia.

—Gracias, oh—se detuvo mirando a su pareja—. Es TaeHyung, vendrá seguido por aquí.

Caminaron tomando la dirección que Jeon conocía. Habían decidido hacer formal la relación pero frente a la persona más importante para JungKook; su mamá.

JungKook se adelantó para poder saludar a su mamá y hablar sobre la vista que tenía. Tae pudo ver las manos delgadas de su próxima suegra en la cara de su JungKookie que se había suavizado ante el tacto.

Demonios, nadie le iba a quitar la sonrisa al ver esa escena, era tan linda, tan perfecta. El gran árbol tapando absolutamente todo el lugar, cortado de tal manera que parecía ser un techo recto, luego una banca bastante cerca del agua, la pequeña laguna con patos y piedras a la orilla y dentro del agua unas típicas plantas de esos lugares.

Fue imposible para Tae no levantar su celular y enfocar la escena, tomó la foto rápidamente y decidió acercarse lentamente.

—Ah, justo iba por ti—JungKook le sonrió tierno, sin soltar la mano de su mamá se levantó esperando a que Tae llegara a su lado.

—Oh, Kim TaeHyung—la mamá de su pareja se puso de pie, esta vez ella traía lentes de sol debido a algunos exámenes que tuvo para buscar posibilidades de volver a ver.

—Un gusto—algo torpe tomo la mano que no fue sacudida, lo tiró lentamente cerca de ella a una distancia prudente.

—No te asustes, sólo quiero saber si eres tan lindo como para merecer a mi Kookie—sonrió, era tan igual como la de su pequeño—. Miento, sólo me haré una idea de tí.

Lo tocó lentamente, sosteniéndolo de las mejillas delicadamente y lentamente tocó con las yemas de los dedos todo su rostro. Las facciones del muchacho se volvían más claras, pudo tocar y notar que era un rostro bastante equitativo y perfecto, su cabello se sentía suave en su frente. Nunca quitó la sonrisa.

—El lunar de tu mejilla me recuerda al que tiene JungKookie en su mentón. Quizás ya lo viste bien, ¿No?

Ella rió al sentir calor en sus palmas, definitivamente había sonrojado al chico.

—Bien, siéntate mamá—le tomó las manos lentamente—. Sí, aquí—ella se sentó palmeando ambos lados.

Los jóvenes tomaron asiento silenciosamente, estaba vez sí era incómodo.

—Oh, vamos. Algo pasa aquí, Kookie nunca trae a nadie—dió un golpe con sus palmas en sus piernas, estaba muy ansiosa.

—Mamá, quiero que conozcas a TaeHyung como mi pareja, no somos novios porque las etiquetas no van con nosotros. Sólo haremos esto formal...

monedas de chocolate |  taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora