¿En Donde Estoy? |KagaKuro|

|Parte Tres|

- Nada... Sólo muero de hambre -Le sonríe el de cabellos color azulados claros mientras su bebé se quedaba sentado cómodamente en sus piernas

- ¡Oh! -Soltó el pelirrojo al escuchar las palabras de su esposo y se puse de pie rápidamente de la cama- Si claro, lo siento, vamos Tatsuya esta sirviendo todo

Kuroko asintió con la cabeza mientras bajaba los escalones con cuidado ya que nunca lo había hecho con un bebé en los brazos, sobre todo porque este era SU bebé.

Se sentó en la mesa del comedor con su hijo dentro del corral que en la casa de los Murasakibara había justo tras el sofá, a la vista de el de cabellos celestes para su hijo que estaba bastante bien, y le hacía sentirse cómodo.

La casa de ellos parecía estar adaptada perfectamente para su hijo, como si casi prácticamente viviera allí.

El embarazado de varios meses servía la comida, con ayuda de su esposo que no dejaba que hiciera muchos esfuerzos ya que no quería que ninguno de los dos se hiciera daño.

Una vez que todos estuvieron sentados, comenzaron a comer y hablar de cosas triviales, todos excepto Kuroko que solo tenía la vista puesta en su nene.

Hasta que Tatsuya le llamo- Hey, Kuroko, dime, ¿Cuando crees que vuelvas a trabajar? -Pregunto este con una sonrisa en los labios

A lo que Tetsuya se quedó en blanco,

¿En qué se supone que trabajaba?

¿Kagami también?

¿Lo hacía?

Pero...

¿Y el bebé...?

No sabía que decir...

- Yo... El doctor dijo que debería tomar unos cuantos meses más de descanso para recuperarme completamente -Respondió este tratando de sonar lo más convincente posible, manteniendo su típica expresión calmada y sería.

- Cierto, tienes razón amor. Debes estar completamente sano. -Sonrió Taiga mientras masticaba un poco de carne y se metía pan a la boca

Himuro asintió con la cabeza mientras sonríe- No veo la hora en que Hiroki conozca a Atsuya... -Sonrió emocionado acariciando su propio vientre con una expresión dulce y tierna donde sus ojos brillaban anhelaba en que llegara el día en el que naciera su hijo.

Esta vez fue Murasakibara quien tomo la palabra- Espero que Hiro-Chin no se ponga celoso...~ -Susurro el más alto con un toque de gracia mirando en dirección de su pequeño sobrino que estaba jugando dentro del corral y les soltó unas carcajadas angelicales al notar que le estaban mirando

- Mi hijo es adorable... -Dijo Kagami orgulloso de su pequeño observándolo con ojos llenos de brillo, no hacía falta mencionar que su hijo era su adoración.

- No creó que se ponga celoso, quizá el y nuestro hijo se lleven muy bien -Sonrió Tatsuya poniéndose de pie para caminar a la cocina y servirle la tercera ración a su esposo, y hermano

Kuroko analizaba la situación con detenimiento, debía poder lidiar con aquello, no quería que se dieran cuenta de lo que estaba ocurriendo

Después de que transcurrió un tiempo, quizá una hora y media, Kagami se puso de pie en la mesa estirándose un poco, y hablo - Bueno, muchas gracias por la comida Tatsuya, estaba deliciosa. Pero creo que es hora de volver a casa, Tetsuya necesita descansar, y yo necesito disfrutarlo antes de que vuelva al trabajo, ¿Verdad amor? -Pregunto Kagami abrazándolo de la cintura pegándolo a su cuerpo cuando esté se paró de la mesa.

Kuroko aún no se acostumbraba a tanto a recibir tanto afecto y amor, de parte de el cual aún veía como su compañero de equipo pero fingió lo mejor que pudo- Así es cariño...~ -Dijo tomando la iniciativa de dejar un beso en la mejilla de su marido ayudándose de sus pies en punta.

Cuando de pronto un llanto alertó a los cuatro presentes en la sala, el pequeño Hiroki exigía atención por parte de sus padres ya que les extendía sus bracitos en dirección de ellos, mientras que su rostro estaba rojo.

- Alguien tiene sueño. -Dijo Tatsuya acercándose al corral para cargar a su sobrino ya que su hermano y su cuñado estaban algo enmielados, acarició el cabello de el pequeño que se recargo en su hombro aún con sus ojos llorosos.

- Vamos a casa... Amor, Hiroki también necesita descansar fue un día muy pesado -Pidio Kuroko acercándose a su cuñado, pidiendo a Hiroki que se le fue entregado y se aferró a su pecho

Kagami asintió con la cabeza, se despidió de su hermano, y su cuñado, diciendo que volverían después, y agradeciendo de nuevo por la rica comida.

Mientras que Tetsuya iba caminando al auto por su mente cruzaba que ahora venía el mayor obstáculo de todos...

Ir a su »casa« con su »esposo«.