Miro el mar y su inmensidad
Las olas parecen cantar
El sol lo ilumina con una gran sonrisa
Me siento en la arena y contemplo su ira
Tantas almas robadas por ella
La muerte se esconde en la niebla
El mar cómplice y la sangre en la arena
El sol ya no sonríe, fue testigo de la belleza
La calma del mar, y la muerte hundiendo su presa
La calma no es rareza, como que las almas calman
Quizás una ausencia, el mar extraña la tierra
Amantes infieles condenados a la tragedia ...