En Casa. ADAPTACIÓN. TaeJinKook

Capítulo 15.

By Jin.

- ¿Esta todo bien? - Pregunto al otro lado de la línea.

- Si, todo esta bien.

- Suenas extraño Jin, ¿paso algo antes de salir de casa?

- No en realidad, estoy un poco nervioso, eso es todo - mentí.

- Tranquilo, todo saldrá bien - ánimo - muero por verte - soltó sonando nervioso.

- También yo - asegure.

- Sólo serán unas horas Jin, no hay que perder la paciencia - comentó más para él que para mi.

- Lo sé, bueno, dejó que continúes en lo que estabas. Nos vemos más tarde - me despedí de Baekhyun y colgué.

Iba rumbo al aeropuerto, demasiado temprano para mi gusto.

Había dejado mi casa cuando apenas amanecía y era mejor así.

Había salido sin despedirme de mis hermanos, mis padres habían salido en un viaje de negocios hace un par de días, se suponía que estaríamos los tres en casa en su ausencia pero yo les había dicho a mis padres que debía salir y ellos accedieron, no se lo comentaron a mis hermanos por que asumieron que yo lo haría pero era tan cobarde que no lo había hecho.

Me sentía realmente culpable por esto.

Ellos eran realmente maravillosos conmigo y ahora yo iba a un encuentro con aquel lindo rubio de lentes que me había hecho tocar el cielo con palabras y atenciones.

Me sentía tan mierda.

Aunque mis hermanos no me habían dicho nada, no me habían reprochado o reclamado sobre esto, sino todo lo contrario, me habían apoyado y me habían hecho sentir de maravilla. Habían mantenido su promesa de que todo se mantendría igual, me seguían tratando como muñequito, como si fuera lo más preciado que tenían...

- Kook, ¿Que haces? - pregunté al entrar a la habitación, era de noche, Tae estaba tomando un baño mientras yo volvía de caminar por el jardín. Después de lo sucedido por la tarde necesitaba despejarme y asimilarlo todo.

Mis hermanos me apoyaban, estaban de acuerdo en el paso que pensaba tomar ahora, incluso aceptaban la idea de que viviera algo especial y único con alguien que demostraba querer lo mismo conmigo.

Todo esto manteniendo la calma y la promesa de una relación de tres, especial y única, sin fallos ni malos entendidos.

Se estaban volviendo personas únicas.

- Pensé que sería lindo hacer una pijamada - comentó encogiéndose de hombros.

- ¿Una pijamada?

- ¡Claro! Pasamos una noche así recién que llegamos a casa solamente, creo que podemos volver a hacerlo, al fin y al cabo, es algo que hacíamos mucho cuando niños - recordo sonriendo de lado.