Un amor adolescente de un chico que regresa a su pueblo natal, a recordar su infancia y aquel amor nunca correspondido.
Te he observado, he visto tu felicidad, tus lagrimas,todo te observo a la distancia. Porque aunque te observe no se lo que pasa...
Desperté me dolía mucho la cabeza, ni siquiera podía ver la luz me levante, mi abuela no estaba así que me duche, prepare mi desayuno y me tire en el salón y volví a quedarme dormido.
Comencé a soñar con ese beso, no podía dejar de pensar en eso, sus labios me tenían loco. Entonces escuche su voz llamándome.
-Kimura!! kimura!! despierta!!-siento que me sacuden.
abro los ojos y lo veo, la luz lo irradia y se ve como un ángel.Tiene una cinta negra en su cuello, y un gran abrigo.
-um!? Toru...?-lo miro.
-eres un dormilón!! rápido Despierta!!-
me siento y bostezo.
- no deberías interrumpir en la casa de alguien.. nadie te dejo entrar.. -
-estas casas típicas son muy fáciles de interrumpir- se le pega mi bostezo.
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(casas típicas japonesas)
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-que haces aquí!?..- lo miro.
Se sonroja un poco y mira hacia abajo.
-lo que paso anoche en la fiesta...-
También me sonrojo un poco pero lo intento disimular al máximo.
-que mis padres sean gays no me convierte a mi en gay! oíste!! me gustan las chicas!! lo que pase anoche-
Sentí como mi corazón se partía, la verdad no esperaba nada mas que un error, pero igual dolía. Lo interrumpí riendo falsamente.
-vamos Toru.. no te preocupes! estabas ebrio... -le doy una palmada en la espalda.
Sus ojos se llenan de lagrimas y me abraza.Eso me sorprende bastante y lo abrazo también.
-estas bien!?...-estaba muy nervioso pero abrazarlo me daba mucha calma, me sentía bien aunque sabia que no era nada para él.
-que dirían tus padres si fueras gay?- esa pregunta me congelo.
