Fake Love

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–Es solamente que... Tú entonces serías como ella. –una punzada en su pecho fue sentida de manera abrupta. –Me refiero a... Así como ella te dañó a ti, tú...

–No me compares con ella; tú no sabes todo lo que hizo. –Jimin no pudo terminar sus palabras hacia Yoongi dado que éste le había interrumpido. –Y yo no soy como ella.

–No es que seas como ella; pero... Tu calidez. ¿Dónde está el Min Yoongi del que me enamoré? –Preguntó confundido, mientras el hueco en su estómago dolía de forma dolorosa. –Estás siendo egoísta.

No escuchó respuesta por parte del mayor, lo que lo llevó a decir esas palabras... Esas cuatro palabras que quedarían enmarcadas por la dulce voz de Jimin en el corazón de Yoon. –Eres un maldito cobarde.

La frialdad en sus palabras. La sequedad y el dolor plasmados en su tono de voz eran lo único que giraba en torno a la mente del pelinegro.

Fue entonces que una imágen cruzó por su memoria.
La chica de castaños cabellos, le daba la espalda a un temeroso y tímido chico pálido. Sin más, lo miraba con frialdad para decir exactamente las mismas palabras que Jimin. "Eres un maldito cobarde."
La misma persona que le había amado, que había sido tan dulce con él, había cambiado toda la amorosa personalidad, por una dolorosa fríaldad. Una sequedad que poco a poco invadía los sentimientos apasionados de Min Yoongi.

–No me llames así. –Dijo, alejando los recuerdos de su mente. No tienes derecho de llamarme así.

–¿Ah no? ¿Cómo le llamas a alejarte siempre de las situaciones? –un gran silencio por parte del mayor, donde únicamente sus suspiros eran percibidos. Te escondes con tus frías palabras, tratas a todos con esa firmeza, y ambos sabemos que es por miedo a ser dañado; porque no te gusta que la gente vea más allá de ti, Min Yoongi.

–Deja de actuar como si me conocieras por completo. –Estaba actuando de manera seca, desconociendo a su propia pareja, sin detenerse a pensar en los sentimientos del chico. Tú no sabes absolutamente nada de mí, Park.

Por un momento, su corazón se estrujó al escuchar un sollozo a través del teléfono. De nuevo, había lastimado a quien más amaba. Y de la manera más egoísta, lo había tratado de una forma tan lejana.

–Tienes razón, Yoongi... –Faltó poco para que la voz de Jimin se quebrara, conteniendo sus sentimientos y orgullo para no sentirse inferior ante el pelinegro. A fin de cuentas, tú y yo somos completos desconocidos, ¿No? ¿Es que acaso me enamoré de un extraño?

Yoon quería responder. Trataba de encontrar una solución ante la cuestión del menor, de arreglar la dureza en sus palabras.

–Es simplemente que tú no sabes todo de mí, entiende Park. –Su voz estaba cubierta de un ligero toque de arrogancia. Estaba subestimando al de rubios cabellos.

–Entonces, ¿Qué somos? ¿Qué soy yo para ti?

Un hueco se instaló en su pecho al escuchar esas palabras.
Amaba a Jimin, pero no se doblegaría ante él. No nuevamente. Porque en efecto, Min le temía a entregar un sentimiento.

Y a Jimin le dolía haber dado todo de sí mismo. Haber sido tan inocente e ingenuo con alguien como Yoongi, sólo significó una cosa en su vida.

Dolor.