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Correr entre los arboles y sobre el pasto verde, en mi forma de lobo, es lo que más disfruto cada día de mi vida. Me hace sentir libre. Sin pensar en nada, ni en nadie y menos dependiendo de alguien. Estoy complacido de poder ser lo que soy, pudiendo escoger si seguir una vida de humano o de lobo.
Fue entonces que, mientras corría en mis cuatro patas, apreció a cuatro lobos rodeando a una loba y sus cachorros. Ella y sus crías estaban indefensos, quería hacer algo para salvarla. Por lo que con rapidez llegue, para poder cubrirla con mi cuerpo, giro la cabeza y les gruño para que escapen. Yo no podía comunicarme con ella porqué no formo parte de su manada, es así que agradezco que haya captado mi mensaje.


Solo éramos esos cuatro lobos y yo. Para muchos no sería una pelea justa, pero aún no me conocen. Básicamente esto sería pan comido para mi.

Uno de pelaje gris con manchas negras se abalanzó sobre mi, pero con rapidez ataque a su cuello dejándolo sin vida. El resto se sorprendió, y aún así atacaron, en vano ya que acabé con dos más dejando solo a uno con vida. Acabaría con el pero un grupo de lobos hizo presencia junto con la loba y sus cachorros. Puedo suponer que ella fue por ayuda.

Al último lobo lo único que le quedo fue escapar. Cosa que no sucedió, puesto que esa manada de lobos que acababa de llegar se lo impidió, acabando con su vida.


Yo ya había acabado con mi buena acción del día así que me fui, emprendiendo un camino sin rumbo.


A la mañana siguiente, cazó un conejo y me pongo a jugar con un zorro. Era otra de mis actividades favoritas, el socializar con otros animales. Era increíble.

Yo soy un hombre lobo desde que tengo memoria. Nunca forme parte de una manada compleja, solo tuve a mi padre quien me crio como pudo. Me enseñó lo básico y me dijo que cuando llegara el momento encontraría a una hembra con quien emparejarme por el resto de mi vida, algo así como imprimarce. Lo que nunca me explico fue como podría reconocerla. Y al ver a aquella loba de pelaje claro, con sus crias, supe que ella debía de ser mi pareja. Que casualidad, que mientras caminaba con pasos lentos, me topara con una cabaña. Quien viviría allí?

-Oye tú-

Me di la vuelta y vi a una hermosa joven con una larga cabellera rubia y ojos claros. Era ella.

-Eres el de ayer- continuo hablándome y sin previo aviso se deshizo de la distancia, denjando en el suelo una canasta con moras. Al estar ya lo suficiente cerca, me rodio con sus delicado brazos-Gracias, gracia, muchas gracias-


Sus manos rozaban mi pelaje y su mejiya rosaba la mía. Sus abrazos eran cálidos y delgados.

Al pasar unos segundos, se alejó regalandome una dulce sonrisa.

-Si no hubieras estado allí yo no estaría con vida. Te debo la vida.-

Volvio a sonreir y camino a hacía la cabaña con la que me topé.

-Me llamo Taeyeon. Si gustas puedes entrar. Te ofresco algo de comer, si quieres.-

Cuando abre la puerta dos curiosos cachoros salen disperados hacia mi.

-Niños ya vasta!!-dice molesta.

Pero no hicieron caso a las palabras de su madre. Ella los tomo en sus brazos y entraron.

-Ven, no entras?-

Hacía tiempo que no me combertia en humano, detestaba hacerlo y además para que, si después de todo puedo vivir como lobo. Así que nege con la cabeza.

-Pues..-

Si no me combertia en humano era posible que nunca llegaramos a nada. Sucede que no quieron transformarme. Camine dejando atras la cabaña.

-Espera..-volteo a verla- No volvere a verte?-pregunta Taeyeon.

Nege con la cabeza. Fue en aquel momento en el que me abrazó que entedi que aunque me trasformara en humano para entrar a su cabaña y socializar, no cambiaria lo que siento, porqué ella no era. Ella no era lo que mi padre me explico. Yo no sentia nada por ella, no había atracción. Solo la veía como alguien bonita. Mi pareja estaba en otra parte. Pareceria que lo descubrí muy deprisa, pero así son las cosas.

Mi pareja está en otra parte.

Al querer alejarme de la cabaña note que podia visualizar más de estás no muy lejos de mi. Era un pueblo. Era una manada de hombres lobos. Tenía que irme, lo que estaba haciendo era invadir territori ajeno.

Mire a mi alrededor y acelere el ritmo. En ese momento, tres lobos me persiguieron entre los arboles. Me rodearon, y yo no pretendía asesinarlos porqué estaban en su derecho al querer alejarme de allí. Gruñeron, y yo simplemente baje las orejas, haciendome el sumiso, para que entendieran que no les daría ningun problema. Como resultado me llevaron ante su Alfa.


Habia una gran variedad de cabañas, y muchas personas. Al parecer, en las manadas se convive en forma humana y rara vez se transforman en lobos, a no ser que deban emfrentarse con algun que otro intruso.

Me custodiaron hasta llegar a una zona más amplia donde un grupo de lobos entrenaba (no eran muchos, como maximo 10). Ellos no dejaron de hacer sus actividades ante mi presencia. Pero hay uno que no me sacaba los ojos de encima. Ese que era el más grande, su pelaje era oscuro y su ojos también. Encambio yo era más pequeño que él y mi pelaje era más claro al igual que mis ojos. Me daba un poco de miedo, y para mi suerte justo me llevaban ante él. 《Rayos》, me dije mentalmente.


Por lo que entendi, los tres lobos, hablaron mentalmento con él, y yo solo pude observarlos.

Al pasar unos minutos, en los cuales estuve concentrado mirando el pasto bajo mis patas, sentí un olor fuerte y embriagador. Fue por ese olor que levante la vista del suelo, para ver de donde provenía y entonces lo vi. Él, aquel lobo que me daba miedo, estaba en frente de mi. Me olfatio y no supe que hacer. Aun así ese lobo paso su osico por mi cuello y yo me exite. Mi piel se erizo su olor no dejaba de estar presente a mi alrederon. Cerre los ojos, pero pronto senti un empujon y estaba siendo dirijido por lo tres lobos a no se donde.


《Que acaba de pasarme? Ese lobo..》

Emparejamiento no imaginado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora