10- Duerme niño travieso.

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-Incre-ible, yo solo quería que vuelvas a tu casa, sana y salva y mira como resul-to-Derek entro a su piso cogiendo antes de desplomarse en el sillón.

Si que había sido una noche agitada.

-Está bien, lo único que no podre superar es mi libro, pero bueno es lo de menos, ahora dime donde tienes un botiquín. -Entré detrás de él, deje mi bolso por ahí y acomodé mi preciado y deformado libro recostar cerca de la ventana para que se secase.

- ¿Piensas curar-me?- Derek me miró desde el sillón con una sonrisa picara, yo solo rodé los ojos.

No se le quita lo arrogante ni con acido.

-Es lo menos que puedo hacer, me defendiste, te la debo.- Me coloque frente a él mientras ponía mis brazos en jarras. Derek asintió levemente antes de acomodarse mejor en el sillón, segundos después habló.

-El baño, lavabo, abajo en una caja.- Soltó una risa mostrando sus dientes y se tapo la cara con sus brazos.

-Vale, tu trata de no dormirte, perdiste mucha sangre y te necesito despierto. -Me encamine rápidamente hacia su baño mientras millones de preguntas inundaban mi mente.

¿Por qué hacia esto?

¿Por qué no hui cuando pude?

¿Por qué me tire sobre los brazos de ese mamut sobre desarrollado?

¿Por qué se sintió tan bien su abrazo?

Me estaré...

No Hannah, no de este, es solo una ilusión tuya.

Me adentré a su baño y busqué su botiquín, debajo de su lavabo, a todo esto, que raro guardar algo allí. Yo lo pondría en la entrada de la casa con un cartel que diga "Aquí botiquín".

Hannah, te estás yendo del tema.

Me observé unos segundos en el espejo del baño, seguía siendo yo, la nerd aun virgen que nunca beso a nadie; con coleta alta y plana cual tabla.

Muchas chicas a lo largo de mi vida me habían criticado por ser tan niñata, tan reservada, tan tímida, y hace unos meses atrás me llamaban la virgen maría, por ser virgen aun con 17 años (nunca me molesto, es más me reía para mis adentros). Pero con el paso del tiempo millones de preguntas se insertaron en mi mente, de cómo se sentiría un beso o de cómo sería la primera vez ¿Algo simple o algo caliente?, siempre pensé que me trataban así por celos, pero con el tiempo comprendí que era más una ayuda, que en algún momento terminaría o violada, o cuando mi primera vez todo salga mal. Pensé millones de veces, frente al espejo de mi casa, del baño del instituto.

¿No sería hora de un cambio?

Pensé unos segundos la pregunta, ¿Cuando me soltaría? ¿Cuando aprovecharía mi cuerpo? ¿Sería ahora el momento de sentirme una joven de 17 años?

Me solté mi cabello lentamente dejando que los mechones de marrón cayesen libres en mis hombros y lo despeine un poco. Observé mi camisa del uniforme y mire los 3 primeros botones, los desabroche y luego levante un poco mi sostén (y acomodando un poco mis pechos), dejando ver mi clavícula. Mire mi falda y luego la levante por arriba de mis rodillas, corriendo la tela y dejando ver mis pálidas rodillas. Baje mi cabeza y observe mis zapatos en mis pies, que poco duraron ya que me los quité instantáneamente.

¿Porque lo hacía?

Pensaba que simplemente un pequeño cambio no haría mal ¿Cualquiera lo hace no?

Me observé unos segundos más y luego salí del baño con el botiquín en la mano, me dirigí hacia el sillón donde Derek estaba sentado y se daba pequeñas cachetadas para mantenerse despierto.

-¿Estás bien? Te dije que te quedes despierto no que te golpees tonto. – Pare sus puños, y el bajo la cabeza, seguramente estaba agotado, y lo entiendo. La luz tenue que iluminaba daba la impresión de que estaba pálido, de había perdido sangre. Su cara estaba decaída y sus ojos brillaban apenas un poco.

-No.

- ¿Quieres que vallamos a un hospital?- Su respuesta me había puesto tensa, había sido atravesado por un puñal y eso no era sano.

-No.- Oh, gracias por la respuesta tío, me sirve.

Quien le entiende.

Me quede unos segundos observándolo, si se caía o desmayaba seria pesadísimo de llevar al hospital, en cambio podía llamar a un ambulancia, pero seguro que me madre se enteraría y me mandaría a un convento, yo, solo tenía que estar atenta. -Vale, voy a necesitar que te quites la remera.- Suspiré, sí, estoy nerviosa joder.

-Tus deseos son mis órdenes. – Murmuró antes de reírse, bueno por lo menos no perdió el humor. Lentamente se quito la chamarra y luego la camisa, la cual estaba ensangrentada, dejando ver un torso varonil musculoso, bien formado y lleno de tatuajes.

Tomé el alcohol y un algodón, lo mojé y comencé a pasarlo por la zona herida de Derek, una gran cortadura de unos diez centímetros se extendía por adentro de su piel, las gotas de sangre ya no estaban allí, en cambio había sangre seca extendida por todo su torso desnudo.

¿Qué más podía hacer por él? Me había ayudado contra los idiotas esos. Esta es la única forma de agradecerle.

Luego de desinfectar bien la herida y quitar la sangre, tomé unas vendas y vendé su herida, mientras, el gimió de dolor.- Oh, lo siento ¿Te duele?- Pregunté parando de repente el vendado.

-Termina de una vez.- Tomó mi mano con el algodón y la dejo en su herida- Estoy perfectamente.

Al terminar todo, me quede observando el tatuaje del corazón con la llave, que madre mia, tenia muchísima historia dentro.

¿Podría ser que yo?

No, Hannah, no pienses eso.

Sin mucho pensarlo, pase mi mano por ese tatuaje, haciendo que Derek me mirase a ceja alzada. No sabía que estaba haciendo en ese momento, pero solo sabía que quería tocar cada tatuaje de su rígida piel. Pose mi mano cerca de su corazón y lo sentí latir rápido, pidiendo a gritos algo, a lo que me reí en voz baja.

-Hannah. – Habló con un hilo de voz.

- Dime niño revoltoso. -Sentí su corazón latir con fuerza debajo de su dura piel.

- Este bebe travieso está muy cansado. -Susurró antes de apoyar su cabeza en mi hombro y quedarse dormido.

Una enorme sonrisa se formó en mis labios, Derek siempre iba a ser divertido hasta a punto de dormirse sabia como robarme una sonrisa.

Me quedé despierta unos segundos más, mientras miraba por el gran ventanal, luego recosté a Derek en el sillón, le llevé una pequeña manta y yo me acosté en uno de los sillones cerca de él, y me quede mirando el paisaje nocturno, esperando a caer dormida.

¿Qué carajo me haces Derek Blackwell?

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Foto multimedia: Como me encanta Derek joder.

¡En estas 2 semanas escribiré todos los días! Estoy super contenta.

¡Disfrutad mucho!

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Los quiere...

SS

Chica Nerd ≠ Chico Rebelde© [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora