UNA CIUDAD SIN NOMBRE (y los recuerdos perdidos por el tiempo)

EL GRITO DEL CORAZÓN ( capítulo 1)

Una ciudad sin nombre
“Y los recuerdos perdidos”
CAPÍTULO 1
El grito del corazón

En una ciudad sin nombre estaba un chico.
El vivió, sintió y olvidó. ¡¿como comenzó su desgracia?!
¡Se preguntan! Bueno, todo comenzó cuando tenía 5 años pues a esa edad el ya sintió el miedo, la desesperación hasta que se quebró.

Esa noche el dormido en la cama, oyó un ruido se levantó despacito, pero sin que le vean, y vio que sus padres peleaban, ¡pues a esa edad el no entendía que pasaba…! Bueno luego dejaron de pelear y la madre sólo se fue de la casa para nunca volver. Y el padre se fue a dormir. Y gritando dijo:


¡Ahhh maldita sea..., Ahora que hare...!

Y se fue a dormir. Pero allí no acababa todo, ya que la casa se incendió y mi padre sin saber que hacer, el sólo nos sacó a todos afuera ¿Y la causa del incendió?
De seguro se preguntan, pues sólo fue una vela encendida que mi madre dejo allí, ya que hubo un apagón y mediante la discusión la vela se calló, de la mesa a la alfombra, mi padre no se dio cuenta hasta que el humo lo despertó.
Y eso ahora ya saben mi desgracia.
Pues por esa causa yo quedé así de traumatizado, que olvidé, empecé a perder la memoria y a perderme en mis pensamientos confundido y desesperado estaba, hasta que a los 13 años ya no perdí mi memoria, pero con el miedo de que me pasaba fui al médico, eso fue a los 8 años, y dijo que por los traumas psicológicos yo seguiría perdiendo mi memoria
La razón muy simple, que si tenía esos recuerdos mi vida la que yo conozco iba hacer más infeliz que ahora.
Yo teniendo 13 años, ya dejé de perder la memoria, pero con el miedo que yo sentía de mis recuerdos perder, yo sin saber que más hacer, sólo me aislé de mi familia y amigos, para que así, no olvidé a alguien.
Ya que no quiero olvidar, no quiero que sufran ¡¿no quiero?! Así que es mejor estar sólo y seguir sin amigos. Y así nadie a parte de yo, sufrirá, y así yo, estaré sólo y sin nadie con quien conversar.
Se que es triste, lo se, pero lo hago por el bien de los que me rodean.
  ¡De seguro! Ustedes se preguntan, ¿cómo es que yo se ese pasado?, es muy simple, me conto mi familia, me lo conto, pero algunas cosas yo puedo recordar, y por eso pude contarles esta historia, bueno y así.
Ahora ya tengo 14 años ya estoy en 7 grado en el colegio, ¡¿Y si quieren saber?!… ¡si...! Yo sigo sólo, soy como un candado sin llave y la llave no sé dónde encontrarla, ¡así que...! ¿mi objetivo? ¡es encontrar esa llave...! Y así poder encontrar esa libertad que mi niñez me la arrebató.

Y así mi historia.

El chico sin nombre estaba en clases veía la hora cada media hora, esperando a que suene la campanilla del colegio, y el calladito sin expresión facial el estaba, vio la hora y pensó:
Bueno si, ahora son las 15:57 horas entonces para la salida faltaría. ummm analizando…
Si la salida es a la 18:15 horas quedarían…

El esta allí con la mano derecha en su barbilla en una posición pensante.
Y el sólo decía pensando:

Mmmmm… nada más y menos que…

El estaba contando con sus dedos diciendo:

1 2... 3 4..., 4 horas quedarían, y si hay diferencia con los minutos sería… Mmmmm...

El siguió calculando y mientras lo hacía miraba tras la ventana.
En ese bello paisaje se podía observar los pájaros, el gran árbol que allí estaba, y el cielo y las nubes que tomaban forma. Y el allí, seguía pensando.

Y entonces si a la 15:57 horas le faltan 3 minutos para la 16:00 horas entonces., le quitaré 3 minutos a 18:15 horas y así tendrá 18:13 horas. Ahora sólo lo resto con el otro y quedaría 16:13 horas, y así quedaría la hora al que ya podría irme a casa.


Y cuando, ¡El de la luna...! regresó a la tierra, se dio cuenta que las clases ya casi terminaban. Y dijo:
¡oh pues está estrategia siempre funciona…!

Al día siguiente se levantó de la cama, fue a pasearse un poco en el baño, pero con una cara muy chistosa. estaba medio dormido, y se cepilla los dientes sin ganas.

¡Soy muy perezoso!

Exclamó. Y se pegó las mejillas, y allí medio arrugado su cara, mirándose en el espejo y dijo:

Debo verme más serio, y calcular todo lo que vea escuche y sienta, para que así, tenga, un día más corto que el de ayer.
Luego se preparó se vistió se aseo y calculo cada movimiento que hacía mientras que el hablaba con sigo mismo. Ya que, el amigo no tenía.
Y el caminando al colegio, se encontró con un par de cachorro, estaban en una caja no tan grande y con cara de sorprendido dijo:

Hay que hago me los llevó a casa, o solo no me los llevó.

El pensando y con mucho tiempo de sobra para ir al colegio.
El pensó, pensó y pensó.
Hasta que, el miro a un lado y al otro y agarró esa caja marrón, con los cachorros adentro, llevando los en sus brazos dijo:

¡Son tan tiernos! yo me haré cargo de ustedes dos, no los dejaré solos nunca, y les voy a alimentar, y seremos los mejores amigos ¿Que dicen?

Y los cachorros, sólo le ladra como felicidad.
¿Y así como el dijo?
El los llevó, los acomodo, les dio un poco de la comida que sobró, y luego se fue al colegio preguntándose. dijo:

¿Quien lo dejo allí? ¿Por que decidí en llevarlos a mi casa? ¿Como los cuidaré?
Para luego decir:

No pasa nada yo podré hacerlo ¡se que puedo...!

Y cuando al colegio llegó, entró camino por los pasillos para llegar a su clase, y ya que el en su mente estaba, y mirando el paisaje que le rodeaba, no vio su camino y chocó.
El sin querer había empujado a una chica muy tierna y dulce, con la cara pálida y tenía la apariencia muy ordenada, se veía algo tímida.
Y el sin decir absolutamente nada, sólo le alzó como si fuera un chico o cualquier otra persona sin vergüenza ni dada, pero ella si sentía mucha pena, y ella sólo le dijo gracias, casi no se le escuchaba, pero su vos eras muy dulce. Allí el sólo le alzó sus libros y sólo le dijo:

TOMA Aquí tienes se te calleron…

Para luego decirle.

¡Nos vemos!
Así nomas sin ninguna expresión facial y el sólo pensó en ese momento.

Hay que hago tengo dos opciones dejarla o irme.

Pues allí el decidió el que ya saben. El no pensó en lo linda ni tierna que se veía, sólo calculo todos sus movimientos, como siempre lo a hecho, y sin más así terminó.
Sólo dio clases fue al receso comió algo fue de nuevo a clases, Para luego sólo irse a su casa, pero no antes de comprar algunas cosas que necesitaría los cachorros, que había recogió, llegó a casa, fue a darle que alimentar a los cachorros, para luego irse a dormir y así terminó ese día.

Dos años más tarde

Ya pasaron dos largos años, el ya tiene 16 años, y esta en 9° grado.
En ese tiempo, el no a conseguido ningún sólo amigo o amiga, pero no le importa con tener amigos, ya que muy feliz esta esta con los perros que había recogido, ¡ya estaban muy grandes...! Y su cumpleaños ya casi se acercaba, es el 1 de agosto signo leo.
Ahora el cambio un poco al menos, habla ahora, pero con sus perros.
Bueno de seguro se preguntan que pasó con la chica tan dulce y tierna... pues y bueno regresamos en el tiempo y veamos.
La chica estaba en la misma clase que el bueno el nunca se dio cuenta y ella si ¡Pero algo pasó! su familia se mudó y cambio de instituto y así esos dos nunca más se vieron, pero allí, no termina todo, pues ella le dejo una nota en su mochila, tal mochila que se extravió en su propia casa, que trágico cierto.
Bueno allí tampoco termina pues después de 2 años el encuentra su mochila vieja y dice ¡hay mi mochila! ¡qué recuerdos, Aquellos...!
Y lo reviso y encontró una nota que decía

Hola soy Tami no se si me recuerdas pero yo si te recuerdo bien tu fuiste el chico que me ayudó aunque tu también fuiste el que me tiró al suelo, no te preocupes que yo me sentí muy bien cuando me ayudaste a levantarme y sin vergüenza alguna, lo que hiciste me gustó y pues te escribo esto por que no puedo decírtelo de frente pero quisiera que seamos amigos y se que seremos amigos por muy poco tiempo, ya que me mudo dentro de 3 días, pero lo que si puedo decirte, es que entraré en el instituto llamado C.N.C. Dentro de dos años y si te esfuerzas mucho podremos encontrarnos allí ok chaito querido amigo.                                                           

Y el sin saber que pensar sólo dijo ¡¿C.N.C.?! ¡¿Pues yo entró ahora allí?!
Y sin más sólo guardo la nota que allí estaba, y sólo siguió con su vida cotidiana.