Por una herencia, Jungkook es capaz de buscar a una pareja hasta que su padrastro fallezca y se le den los bienes.
Park Jimin ahora tiene que soportar un noviazgo arreglado frente a las cámaras.
Sin embargo, el hecho de ese noviazgo se hace difícil...
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—Te amo! —Mentía— —Eres lo mejor que me ha pasado en la vida! —Mentía—
—Nunca nos separaremos por que nos amamos infinitamente! —Mentía—
Todas eran unas malditas mentiras.
No podía decir que esas palabras eran con un sentimiento real, al contrario, solo era algo sumamente fingido y con gran cantidad de actuación. Era un noviazgo fingido que teníamos que asumir para que el gran Jeon Jungkook, el famoso cantante , pudiera recibir una herencia de su padre.
Gracias a su madre teníamos que fingir que éramos felices juntos aunque nos odiáramos por dentro, vivíamos juntos y hacíamos todo juntos, salir, comer, dar una entrevista, todo. Teníamos que sonreír falsamente y en diversas y pocas ocasiones, tener que besarnos.
El beso era uno muy pequeño con la excusa de que no nos gustaba dar besos en público, tan falso como nuestra relación.
Miles de sentimientos de odio llegaban a mi cabeza en cada contacto, recordando el por qué lo había hecho. Tenía que hacerlo, era ayudar a mi madre con su operación gracias al dinero que estos me ofrecían...o que mi mamá perdiera la vista para siempre.
No me arrepiento de nada, pero odio esta vida.
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—Jimin, baja, tenemos que comer —tocó mi puerta y entró en dos segundos después de haberlo hecho, sin siquiera decirle que podía pasar— levántate de la cama y ponte a hacer algo de provecho
—Como si tú lo hicieras Jeon...—rodé los ojos—
—Lamentablemente yo si, hago todo y tú no aportas en nada en este apartamento! —se acercó peligrosamente a mi y me quitó las sábanas que tenía encima de mi, cubriéndome del frío que abundaba en mi habitación—
—Ahhh?! ¿¡No hago nada?! Es raro que tú lo digas sabiendo que con suerte lavas un plato! Todo lo hago yo...—susurré lo último—
—¿Y crees que la comida se hace sola no? Idiota...—tomó de mi muñeca jalando con su fuerza incomparable a la mía y caí al suelo golpeando mi mano y espalda—
—No sabes cuanto te odio! —lloriqueé—
—El sentimiento es totalmente mutuo...—salió de la habitación y solo pude escuchar que ya estaba bajando las escaleras probablemente para ir al comedor—
Al principio de todo esto pensaba qué tal vez podía enamorarme de él, que no era tan mala persona quizá...pero estaba tan equivocado...cada día su frío carácter hacía que quisiera desaparecer y volver a cómo era antes, pero era tarde.
Ya lo odiaba completamente...
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