Sé Quién Eres© [VKook]

⌦┊ Capítulo 03┊❝Te Encontré❞

"No me subestimes... Yo también sé dejar de querer."

•
•
•

Nadie había parecido darse cuenta de la manera en la que actuaba JungKook. El susodicho ha estado comportándose de manera paranoica y un poco estúpida, pero a lo mejor a nadie le parece fuera de lugar su forma de actuar.

El pelinegro se encontraba caminando a su aula. Por fuera se veía normal, pero por dentro JungKook estaba hecho un manojo de nervios, y más aún cuando de camino a la universidad se sentía observado, y seguido por alguien, pero al voltear no veía a nadie.

— ¡JungKook!– se escuchó decir detrás de él. El nombrado voltea encontrándose con la presencia de su mejor amigo.

— ¡Ah! dime, JiMin

— ¿Qué piensas hacer este fin de semana?– interrogó el rubio, mientras ambos retomaban su caminar. El pelinegro lo volteó a ver confundido.

— No lo sé... ¿Por qué la pregunta?– dijo, tomando su celular para checar la hora.

— Porque mi primo Jay piensa hacer una fiesta y me pidió que vaya acompañado- explicó el mayor.

— ¿Eso te dijo?– Preguntó él, a lo que JiMin asintió. — Seguro tu primo se refería a una chica, Hyung.

El rubio sonrió burlón.

— Puede ser que sí, pero la verdad no quiero ir sólo... ¡Acompañame, Kookie! ¿Sí?– pidió el de baja estatura.

— ¿Estás tratando de persuadirme, JiMin?– el nombrado solo siguió con su labor. — ¡Pues no! No me convencerás, y  mucho menos de esa forma infantil, Hyung.

— Bueno... Entonces no me queda otra opción que invitar a Jin Hyung– Dijo el rubio a la vez que dejaba atrás al pelinegro, el cuál, había quedado estupefacto por la respuesta de su amigo.

JiMin sabía perfectamente que a JungKook no le gustaba que lo reemplazaran, y mucho menos por Kim Seok Jin. Ambos jóvenes no se llevaban para nada bien, a pesar de que Jin sea primo de JiMin. JungKook solo soportaba la personalidad empalagosa de Jin solo por cumplir con las suplicas de su amigo, pero fuera de cualquier reunión, éste de seguro ahorcaría al mayor.

El pelinegro avanzó hasta su amigo tomándolo del brazo para detenerlo a como diera lugar.

— Ni se te ocurra hacer esa barbaridad, Park– el pelinegro habló tan ronco y cerio, que la piel de JiMin se erizó de una manera asombrosa.

— Está bien. Entonces eso quiere decir que si me acompañarás ¿No?– exclamó un risueño pelirubio.

JungKook suspiró desganado.

— Sí, ahora andando o llegaremos tarde a clases.

Ambos chicos se dirigieron a paso veloz al salón que les correspondía, sin notar que detrás de ellos los observaba alguien.