Todo por un postre [StarAnt]

Capítulo 6

¡Hola a todos y todas! Ante todo, como siempre, mil gracias por las visitas, los votos y los comentarios, me alegra que les guste este fanfic. 

Supuestamente iba a terminar en este capítulo, pero decidí hacerlo en dos partes. Así que en teoría, todo termina en el capítulo 7 y después agrego dos bonus tracks más <3

Como ya saben, ninguno de los personajes me pertenece. Solo hago esto para entretener y entretenerlos/as a ustedes. 

Capítulo 6

¿Saben lo que se siente ser Peter Quill en estos momentos? ¿Les gustaría ser él ahora? Porque realmente el querría estar en el cuerpo de otra persona, para saber si de esa forma los nervios espantosos y la ansiedad que lo carcome se vaya de su cuerpo.

Sabe que es solo un beso. 

Pero no lo es. No. 

Es un beso con la persona a la cuál ama: Scott Lang. 

Si, lo ama con locura. Hace meses se había dado cuenta de ello y si se pone a pensar, probablemente ese sentimiento surgió cuando lo vio durmiendo al lado suyo una mañana y como sonreía mientras abría los ojos. 

Esos ojos. Haría absolutamente para que esos ojos lo miren solo a él de una forma especial. Que estos brillen de la misma forma que Peter sabe que los suyos brillan cuando lo ve a Scott. 

Quiere ser la razón por la cuál Scott sonría. Quiere hacerlo sonreír siempre y en lo posible que en esos momentos esten sujetos de las manos, abrazándose. O que sonría mientras lo besa. También le gustaría saber si era capaz de hacerlo sonreír, en el caso de que estuvieran haciendo eso. 

Ya saben lo que es eso. Eso que Peter se imagina bastante seguido y que lo hace acabar entre sus manos o lo más reciente, la almohada. 

Sigue caminando de un lado a otro y aprovecha a detenerse un momento para ver su imagen en el espejo que tiene frente: tiene el cabello prolijo, la barba ligeramente crecida, una remera gris bastante ajustada. Sonríe porque sabe que si por esas casualidades Scott pusiera la mano ahí, sentiría un poco los abdominales. 

Se muere de ganas de que Scott ponga su mano en cualquier parte del cuerpo y que haga lo que quiera con él. 

El timbre de la casa suena. El corazón de Peter da un golpecito un poco mas fuerte que lo costumbre. Y este se siente paralizado por completo. Así como también tiene unas enormes ganas de gritar. 

Pero no va a hacer eso. No. El tiene todo absolutamente planeado. Todo. 
Y nada va a salir mal. Metió dentro de la cartera de su madre absolutamente todo lo que ella podía necesitar para que no vuelva. Hasta anteojos de sol en un día completamente nublado. También los anteojos que usa para leer. Hasta agarro las toallitas que están dentro del mueble del baño. 

Nada va a interrumpirlo en su tarde-noche, con Scott. Nada. 

Es el momento que tienen para ellos y...

El timbre vuelve a sonar, con más intensidad. Y Peter reacciona. Se quedo colgado en sus pensamientos y no tiene idea que del otro lado de la puerta esta un Scott Lang, con los nervios a flor de piel y con cara de pocos amigos. 

¡¿Por qué demonios Peter tarda tanto?! Había apoyado la oreja en la puerta y podía escuchar los pasos de este. Así que sabe que esta ahí.

Odia que lo hagan esperar. Es algo que detesta y más en estos momentos en dónde accedió a ir a la casa de Peter a practicar.