Amor

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Lorena estaba haciendo su trabajo cuando de repente le sonó el móvil que tenía guardado en su bolso, era un número conocido ella sabía quien era el que la estaba llamando pero no estaba segura de si cogerlo o no, después de varios segundos pensando en lo que iba a hacer, decidió cogerla llamada y enfrentar a esa persona con valentía.

- ¿Que quieres?- dijo Lorena con mucha serenidad aunque por dentro deseaba darle con un martillo en la cabeza.

- ¿Quiero que hablemos es muy importante, te quiero lo que viste el otro día fue un error que no volverá a pasar, tienes que creerme- dijo Miguel todo apenado , aunque Lorena no se creía ni una palabra de lo que estaba diciendo, porque ¿ Si una persona a la que quieres tanto, a la que darías su vida si fuera necesario, te traiciona, que harías? dijo para si misma.

- ¡ No me vengas con tonterías ni chorradas, después de que te pille con otra el otro día en el parque, morreandote con esa furcia , y ahora me llamas para decirme que estás arrepentido, mira Miguel estoy tan cabreada que si te tuviera delante te daría dos hostias bien dadas!- dijo Lorena cada vez mas y mas cabreada.

- Que te quede claro una cosa, lo único que quiero de ti es que desaparezcas de mi vida para siempre, y no quiero que me vuelvas a llamar, para mi ya no existe, lo siento Miguel pero no te puedo perdonar- Estas ultimas frases las dijo con una voz mas calmada.

- Vale de acuerdo, tu ganas, pero si algún día decides perdonarme ya sabes mi número y donde vivo, espero tu perdón ansioso- dijo Miguel casi llorando.

Y con esas últimas palabras murió la conversación, Lorena se quedo unos minutos pensando ¿ Y si era cierto que estaba arrepentido? ¿ Acertaría al tomar la decisión que acababa de tomar?

Dejó lo que estaba haciendo y si fue a por un café para poder calmarse la sed que tenía, una vez estuvo frente de la máquina de cafés empezó a llorar desconsoladamente, estaba tan confundida que no podía dejar de pensar en aquella conversación que había transcurrido unos minutos atrás

Volvió a su puesto de trabajo y se sentó en el sillón a reparar el robot que le habían encargado.

Después de una hora, al finalizar su jornada laboral emprendió el camino de vuelta a casa sin dejar de pensar en  Miguel , la razón le decía que no debía llamarlo que una traición no se puede perdonar, y por otro lado estaban sus sentimientos, aun seguía enamorada de Miguel, aunque no podía perdonarlo, todavía el tiempo lo curará todo.