DIA 22
Intentándolo
Narrador
El sol apenas se asomaba en el horizonte, algunos marineros ya habían tomado sus lugares mientras otros reposaban, entre ellos el joven William quien soñaba con su gran amor, Rebeca. El "capitán" dirigía aquel navío con gran precisión y alegría, y, en el camarote de este, la joven se preparaba para su primer día como "capitana del capitán" (o así decidió llamar ella a este cargo) "Todo saldrá bien" se repetía sin cesar la niña mientras daba vueltas en aquel camarote. Decidida, salió de este en dirección a donde estaba Palacios quien la recibió con una sonrisa.
-¿Cómo se encuentra esta mañana señorita? –
-Mejor que el clima, mi capitán- le respondió ella elegantemente tomando lugar a su derecha.
-¿Y qué tiene de malo el clima señorita?- le cuestionó el ya sabiendo claramente la respuesta- hay un sol hermoso esta mañana-agrego él.
-En estos momentos si, efectivamente, hay un hermoso sol, pero aproximadamente en media hora llegara una tormenta. No sé de qué magnitud, pero llegara.
El sonrió satisfecho y la volvió a cuestionar - ¿Y usted como sabe eso?-
-El movimiento tan cambiante de las olas y su mirada me lo dicen- el, la miro de reojo y aumentó su sonrisa- y, además la brisa y aquellas nubes me lo indican.
-¿Y qué deberíamos hacer?-
-Por los momentos nada, espere mis órdenes y mientras tanto despierte a los marinos-
-Como diga, mi capitana- respondió haciendo énfasis en "mi" y acatando sus órdenes.
Y efectivamente como dijo la joven una tormenta llego, sus órdenes fueron transmitidas a la perfección y sin problema alguno pasaron la tormenta. "Gran elección" se dijo a sí mismo el capitán
Ya cuando era de noche, el joven Williams fue a la popa del barco y se acomodó mientras esperaba a su dama como todas las noches.
-Damas y caballeros ante ustedes la mejor capitana de todo el planeta- dijo el muchacho haciendo una reverencia hacia su dama quien con sus mejillas coloradas se acercó.
-No es para tanto Will- se sentó en la barandilla del barco al igual que él.
-Claro que si lo fue, hasta mi padre se quedó impresionado- ella susurro con timidez un "Gracias" y se recostó del hombro del joven- ¿Cómo haces para ser tan hermosa?, en todos los lugares que he estado nunca había visto a una joven con una belleza tan natural como la tuya.
-¿Belleza natural?- pregunto frunciendo el ceño- ¿a qué te refieres?
-Veras, hace no mucho conocí a las hijas del virrey- relató el- todas eran hermosas sin duda pero esa belleza estaba basada en aquel maquillaje y el perfume que usaban, a diferencia tuya-ella lo miro sin entender nada- tu no necesitas esas cosas para ser hermosa, ellas usaban el maquillaje para embellecer su rostro, tu no necesitas eso, tu rostro es tan perfecto que una solo gota de polvo lo arruinaría, ellas usaban el perfume para aparentar ser limpias y llamar la atención de los hombres, tu solo necesitas expresarte para que cualquiera caiga a tus pies, solo tu logras resplandecer más que el sol cuando hablas, solo tú le causas envidia a las sirenas, solo tu logras enamoran a cualquiera con esa mirada que me encanta y solo tu logras tener aquella belleza tan natural que me vuelve loco- una lagrima salió del rostro de la joven mientras que William sin pedir permiso capturaba sus labios en un beso lleno de amor y cariño.
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Mi capitana
Short StoryLa vida en él océano para muchos es increíble pero para otros es una tortura. Jonh Palacios es un hombre de pocas palabras quien ha pasado toda su vida felizmente de barco en barco pero, después de aceptar el trabajo de marinero junto a su hijo Wili...