II

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VIII

Wraith se encontraba sentado detrás de su nuevo escritorio, la puerta se abrió. Dos hombres de traje negro traían a rastras aun hombre, con la cabeza tapada con una bolsa negra, lo sentaron, le retiraron su cobertura -Bienvenido a mi morada- Dijo Wraith, los hombres de traje se colocaron detrás de su invitado.

-No me disculpo por como lo hemos traído, pero quería que entendiera que este negocio tiene nueva administración- Le entrego una serie de hojas, todas tenían cuentas escritas a mano, tenían montos de dinero, las fechas y algunas firmas a un lado -¿Reconoce su firma?-

-Ya entendí, no se preocupe por mí. Seguiré trabajando igual-

-Eso es lo que espero, ya que remplazarlo a ustedes después de que lo mate me llevara más tiempo- Wraith transformo su mano en cuchillas -Y si no lo mato aquí mismo, en este momento, es por otra cosa- Se puso de pie -Veo que no tiene ni idea de quién soy. La verdad eso no me importa, ya tendrá tiempo de usar google e investigar. Pero lo que si me importa es su posición en su partido político y a quien dirige usted. Ya que el jefe de gobierno y la mayoría de los delegados pertenecen a su bancada. ¿Lo dije bien?- Miro a los hombres de traje, estos asintieron -Seguirá haciendo que sus subordinados sigan mirando hacia otro lado cuando pasemos la droga del sur al norte y del norte al sur. Cuando llevemos la carne hasta los burdeles o la saquemos del país. Pero yo no veo solo eso. Ahora no solo cooperaran con el cartel- Lo miro fijamente -Trabajan para mí y si te niegas o se niegan- Con uno de sus dedos corto una mejilla y pidió que le trajeran una caja.

Se la entregaron, Wraith la abrió enfrente de él. La cabeza del detractor se encontraba en un grado de descomposición alta -Señor Agustín espero que trabaje para mí por las buenas y no por las malas como el anterior dueño de esa cabeza- Agustín Báez el presidente del partido mayoritario de delegados de la ciudad miro con asco y asombro el presente de Wraith, su rostro se volvió tan pálido como las canas de su barba -A mí no me molestaría tener varias cabezas más en mi nueva colección- Agustín seguía sin decir alguna palabra, totalmente inmóvil y sin color en su rostro.

-Ha entendido o tengo que ser más directo- El presidente asintió con un leve sonido aprobatorio -Bien, quiero que sigan buscando a los justicieros de esta ciudad, por experiencia suelen ser bastante molestos. A los imitadores déjalos trabajar, entre más caos causen mejor para mí. Alejara la vista de nosotros. Pero sobre todo para lo que pienso hacer-

-Está bien- La puerta se abrió. Dos hombres entraron, arrastrando a uno más, de la misma forma que había traído a Agustín. Le destaparon la cara -Señor Andrés, es un gusto- Miro a todos lados -¿Agustín, que está pasando aquí?-

-Te sugiero que escuches-

-Y hagas lo que yo digo- Interrumpió Wraith -Y tu quien eres, por que espero que sepas que somos muy importantes- Wraith golpeo en la cara al jefe de gobierno de la ciudad -No te dije que hablaras. No me hagas matarte- Los guardias de Wraith lo levantaron -Tu ahora trabajas para mi, al igual que el otro inútil. Quiero que sepas que a diferencia de otros yo no temo enfrentar a tu sistema de justicia, ya que no hay nada que me detenga, aquí o en otro lugar. Guárdate tus amenazas estúpidas y haz lo que digo, si no quieres morir- Lo volvió a golpear.

Con uno de sus dedos cuchillos atravesó el hombro del jefe de gobierno -¡Eres un metahumano!- Dijo con un intenso dolor en sus palabras -Y no cualquiera- Wraith termino con su tortura -Busca y entrégame un lugar en donde pueda almacenar armas, vehículos y hombres, que a cualquier hora pueda entrar y salir sin levantar sospechas- Tomo el rostro de Andrés, lo apretó fuertemente -Entendiste-

-Si-

-¿Sí, qué?-

-Si jefe-

IX

Bajo la Capucha PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora