Reflejo

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Querida Luna,

Tú que me escuchas todas las noches,

tú que oyes mis llantos y mis risas,

escúchame una vez más esta noche,

escúchame de verdad como si fuera la última.

Tú. Que eres fría y brillante.

Entiendes mi necesidad enorme de ternura.

Mis deseos de encontrar un sol cálido e inmenso.

Alguien que me ofrezca un hogar, dónde poder crecer y amar.

Tú, Luna, ilumina mi camino, no permitas que me pierda en la oscuridad.

Y así podré salvarte, de esa soledad que te impregna.

Quiero que ames la vida, que no tengas miedo.

Porque por miedo abandonamos sueños.

Que podrían haberse realizado, pero quedaron atrapados en el vocablo débil de imposible.

Y es que tu eres valiosa.

Diario de una poetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora