Mi silencio se consume, se corrompe y se delata con el culpable.
Una gran impotencia arropa la realidad de este amor sin consuelo.
El oscuro atardecer se evapora como polvo de cenizas.
Y este amor se esconde, se esfuma como el humo de un cigarro, como estrella fugaz desaparece en el aire.
Su condena es sufrir, la agonía es amar.
Cada lágrima se derrama, pero se congela por un tiempo sufragado.
Quién llegará al ocaso? quién llegará en la
Espera?...
A calmar la tortura de un amor desolado, de un amor que se arrastra como una serpiente, buscando donde encontrará su amor.Sin fecha
Sulayka Rivera
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Dulce Amargo
PoesiaEsta es mi primera poesía, locura mía que me estremece cada vez que la declamo... escrita desde mi oficina con la musa declarada intacta!