Somos Mitad y Mitad. [DJ TodoBaku]

De ahora en más cambiaremos para bien o para mal.

Han pasado veinte días desde la última vez que vi la cara de ese bastardo mitad mitad, el ciclo escolar ha comenzado y lo único en lo que podía pensar era en que dezsafortunadamente la persona a la cual no quiero ver está en la misma clase que yo. Al llegar a la escuela la primera persona a la que veo es a Kirishima, y no es porque quiera si no porque no hace más que estar al rededor de mí, esperando en la entrada de la escuela como todo un perro fiel.

-¡Bakugou! Kirhisima se acerca a mí con todo el entusiasmo y alegría de siempre.

-Tsk, que molesto... ¿Qué es lo que quieres tan temprano en la mañana?

-¿Heee? ¿Qué sucede contigo? hoy estás particularmente de un muy mal humor. 

Últimamente Kirishima ha tenido el hábito de colocar su brazo por encima de mi hombro, solía molestarme y sin dudarlo apartaba su brazo de mí, pero últimamente no le tomo importancia. 

-¿Ha? Metete en tus propios asuntos. Apartando la mano de Kirishima, seguí mi camino hacía la clase, y en tan solo segundos, Kirishima ya estaba a un lado de mí.

-Heee, deberías esperarme.

En el camino a clase, como era de costumbre, Kirishima comenzó a contarme todo tipo de cosas, normalmente le presto un poco de atención aun que él piense que no, pero esta vez era como si su voz estuviera en mute, mi cerebro solo podía pesar en ¿cómo debería enfrentar a Todoroki?. Llegando a clases, para mi suerte Todoroki, aún no había llegado lo cual era extraño ya que él es uno de los primeros en llegar a la clase y como siempre, Iida, era el primero en estar ahí junto al maldito Deku y la cara redonda. Me dirigí a mi asiento junto a Kirishima, aún faltaban diez minutos antes de que la clase comenzara por lo que el salón aún no estaba completo. Como todos los días, al llegar Kaminari, Kirishima lo llamaba para que se acercara.

-¡Oi, Kaminari! Con sus manos, hacía movimientos en seña de que se acercara. 

-¡oh! Kirishima, Bakugou. Buenos días.

-Tsk. Sin prestarles atención seguí sumergido en mis pensamientos, hasta que Kaminari, hablo sobre algo que llamo completamente mi atención. 

-¿Han oído sobre lo que ocurrió con Todoroki?.

-¿oh? no he oído nada.

Mi atención se concentro en cada palabra que Kaminari soltaba, pero trataba de desviar mi mirada para no mostrar importancia. 

-Al parecer está en el hospital... No se muy bien lo que paso en sus vacaciones pero lo vi jugar con dos pequeños en el parque, iba casi todos los días y bueno...

-¿Oh? Kirishima parecía algo confundido pero su atención se fijo en Kaminari.

-Al parecer uno de ellos, golpeó accidentalmente a Todoroki con su Quirck.

-¿En se-...

Al oír que Todoroki, estaba en el hospital mis piernas sin pensarlo se levantaron, provocando un fuerte empujón al cubículo, interrumpiendo a Kirishima.

-¿Bakugou?.

Ambos, Kirishima y Kaminari voltearon sorprendidos pero no solo ellos, toda la clase fijo su mirada en lo que estaba sucediendo. Sin importarme salí de clase dejando mis cosas, no sabía porque pero algo en mí me decía que sin importar qué tenía que ir a verlo. -Estúpido mitad mitad, haciéndome correr así. Tome un taxi hacía la casa de Todoroki, ya que no sabía en donde es que estaba hospitalizado, la única opción que me quedaba era preguntar directamente a su familia. Al llegar, un poco nervioso baje del taxi. Era sorprendente lo enorme que era su casa, me acerque un poco a la entrada pero antes de si quiera llegar al timbre, una voz extraña detrás de mí dijo mi nombre.

-¿Katsuki Bakugou?

-¿Ha? Una chica con pelo blanco y algunas mechas rojas. Rápidamente pude suponer que se trataba de tal vez la hermana de Todoroki, aún así, tenía que preguntar y confirmarlo. ¿Quién eres tú y cómo demonios sabes mi nombre?.

-Oh vaya, no seas tan rudo. Parecía un poco nerviosa, pero aún así continuó hablando, haciendo una leve reverencia para presentarse. Encantada de conocerte, soy Fuyumi Todoroki.  Shoto, me ha hablado de ti por lo que sé un poco de ti. ¿has venido a verlo?.

-...¿En donde está?.

-Bueno él... ¡Ah! Shoto, justo a tiempo.

Mi cuerpo se estremeció completamente al oír su nombre. Que patético de mi parte el sentirme así con solo oír su nombre. Al voltear, Todoroki se encontraba detrás de la puerta.

-¿Bakugou?. Su rostro delataba lo sorprendido que se encontraba al verme. Esto es... ¿Qué haces por aquí?.

-¿Ha? Es obvio que vine a verte. Mis ojos trataban de no mirar los suyos. Es... Sobre lo que paso, tenemos que hablar de aquello.

-... Algo de silencio invadió el ambiente. Hermana... Bakugou y yo, estaremos en mi habitación, por favor nadie entre. Tomo mi brazo y jalandome con cuidado me llevo a su habitación.

-¿Eh? ah, si... Su hermana solo se quedó de pie con un rostro algo preocupado pero decidió no interponerse. 

-¡¿Qué demonios?! puedo caminar por mi mismo ¿sabes?.

Sin hacer tanta resistencia, me deje llevar para así solo seguirlo. Sorpresivamente su casa era enorme y conservaba ese ambiente tan tradicional que solo muy pocas casas conservaban hoy en día. Al llegar a su habitación, ambos entramos y rápidamente Todoroki, cerro la puerta con ayuda de su Quirck ya que no existía otro modo para cerrarla con seguro. Acto siguiente, habló.

-...Por favor toma asiento. Extendió su mano como seña para que me sentará en donde quisiera.

Tome asiento en la orilla del futon para después darle una mirada en señal de que él también debía sentarse, Todoroki, se sentó junto a mí. El ambiente que emanaba lo hacía lucir algo nervioso. Ambos juntos sin nadie al rededor, teníamos la oportunidad de hablar cualquier cosa que podría ir para bien o para mal.