El niño que padecía la enfermedad de la gravedad invertida

Hollee era un niño que nació con una extraña enfermedad, la enfermedad de la gravedad invertida.

Hollee no podía saltar porque su enfermedad hacia que pesara demasiado al intentarlo, en cambio, cuando por algún descuido se tropezaba en lugar de caer se elevaba por los aires.

Un día se le ocurrió la impertinente idea de aventarse un clavado en una piscina, Hollee salió volando por el cielo y ni siquiera tocó el agua.

Hollee estaba triste porque no podía correr ni saltar como los otros niños sin salir disparado hacia arriba, no podía subir ni bajar escaleras, debía usar una silla especial para poder sentarse y dormir en el hecho pues al acostarse se elevaba; además para poder bajar a Hollee cuando subía tenían que ayudarse de un dispositivo volador y una soga con la que lo sujetaban.

Hollee sabía de las desventajas de su extraña enfermedad, sin embargo Hollee tenía un sueño: alcanzar las estrellas.

Hollee le contaba su sueño a su mamá. La mamá de Hollee quiso hacer feliz a su hijo cumpliéndole su deseo. Ella les dijo a los habitantes de la comarca en donde vivían, la cual era pobre, lejana y desconocida que si le ayudaban a hacer la soga más grande del universo Hollee les traería una estrella.

Los habitantes de la comarca trabajaron meses en hacer la soga. Así cuando Hollee cumplió diez años subieron a Hollee en una torre muy alta, lo sujetaron de la soga y Hollee se dejó caer con todas sus fuerzas por lo que salió disparado más rápido que nunca en dirección al cielo. Hollee logró alcanzar las estrellas las cuales eran tan hermosas que le gustaron tanto y decidió quedarse a vivir allí. Hollee amarró una estrella a la soga y le escribió un mensaje que decía: "Gracias, los quiero".

Al llegar la noche los habitantes de la comarca jalaron la cuerda que sujetaba la bella y gran estrella. Cuando al fin terminaron de jalar se admiraron tanto de aquel astro que por un momento olvidaron a Hollee, pero enseguida lo buscaron.

La madre de Hollee encontró el mensaje y comprendió lo que Hollee había hecho, no se entristeció porque sabía que Hollee viviría feliz en el espacio.

La gran estrella adornó sublimemente la comarca que muchas personas de muchos lugares llegaron a visitarla y admirarla. La comarca prosperó y todos vivieron felices.