♡ Parte única ♡

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Las vacaciones de verano habían llegado, y a pesar de las altas temperaturas, la gente salía al exterior para poder disfrutar de un buen día al aire libre, incluso si eso significaba meterse debajo de la sombra de un árbol. Jeon Jungkook era una de esas personas. No obstante, a diferencia del resto de la gente, él caminaba por los senderos del parque del centro de la ciudad con el sol calcinándolo desde lo alto del cielo. Se sentía demasiado triste como para que el hecho de que después pudiera insolarse le importara más que lo que daba vueltas en su mente.

Desde hacía ya varios meses que Jungkook intentaba salir con distintas personas, pero nada resultaba como quería. Si no se cansaban, buscaban sólo algo de una noche, o lo usaban. Él hubiera querido que aquello no le importara mucho, pero la verdad es que se sentía muy solo. A pesar de no admitirlo jamás en voz alta, él era un fiel creyente del verdadero amor y las almas gemelas. Y como si eso no fuera lo suficientemente cursi, hacía un tiempo había visto una película en la cual los protagonistas reconocían al amor de sus vidas tras escuchar el sonido de unas campanas, y él creía que podría pasarle lo mismo. Lo esperaba con ansias, pues dudaba poder resistir otro corazón roto.

Eran las tres de la tarde. El peor horario para poder caminar bajo el sol. Jungkook no tenía dinero con él en ese momento, y tenía mucha sed. No estaba cerca de su casa, y el calor ya lo estaba sofocando, por lo que decidió volver. Tal vez era mejor deprimirse comiendo helado y bebiendo algo bien frío en su sillón con el aire acondicionado encendido. Por eso, se acercó a la calle y esperó a que cambiara el semáforo de rojo a verde para poder cruzar. Se cruzó de brazos y miró al piso. El dolor en su pecho no se iba, y se sentía tonto por eso. Sus amigos ya le habían dejado bien en claro lo equivocado que estaba, que no hacía falta que tuviera a alguien a su lado, que él era un gran chico y que podría encontrar la felicidad de muchas maneras si no era con otra persona, y que si esa otra mitad existía, llegaría pronto. No obstante, él no quería escucharlos. Quería que todo le cayera del cielo como por arte de magia en cuestión de segundos, aunque sabía que era imposible.

Jungkook sorbió por la nariz aunque no estuviera llorando, miró el temporizador del semáforo, y volvió a bajar la cabeza. Faltaban todavía un par de segundos para que este cambiara, y él intentó contar mentalmente el tiempo restante, pero se perdió en cuanto escuchó un sonido bastante claro.

Una campana.

El muchacho abrió bien grandes sus ojos y su corazón se aceleró dentro de su pecho. Quería creer que era esa campana, la misma que le decía que su más grande amor, su alma gemela, estaba cerca. 

Una vieja camioneta se estacionó frente a él. Detrás, estaba cargada de cajas y un par de muebles. Dentro de ella, sólo había un chico, que era el que estaba conduciendo. Pelinegro, ojos chiquitos, y perfección por todos lados. Así lo vio, y se alteró en cuanto el chico miró en su dirección, cruzando miradas con él. 






—¿Estás bien? —le preguntó desde adentro.






"Oh, Dios, ¡Qué voz tan bonita tiene!", pensó.






—¿Puedes hablar?

—S--sí, lo siento. Yo--

¡Hyung!






Ambos miraron en dirección al parque. Un joven alto, de cabellos castaños y también muy, muy hermoso se acercaba al vehículo mientras corría desde abajo de un árbol. Cuando llegó, abrió la puerta de la camioneta, pero no entró, sino que se quedó allí.






—¡Te estuve esperando durante mucho tiempo! ¡Hace mucho calor!

—Lo siento, Tae. Esta cosa se detuvo a mitad del camino.






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⏰ Última actualización: Jul 21, 2018 ⏰

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Soulmates [Vkook] [One shot] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora