save me

capítulo 2.

En menos de 15 días cumpliré mis 16 años y mi regalo será cambiarme de ciudad ya que tuve un gran problema en la preparatoria. Un tipo me estaba molestando y no paraba, me decía que no era suficiente, que debía suicidarme, que no tenía amigos, que a nadie le importaba, que era un desperdicio y una desgracia. No le daba importancia a lo que me decía antes, pero esta vez me canse, así que me puse de pie y comencé a golpearlo en la cara, me estaba desahogando porque cada vez lo hacia más y más fuerte. Pensando en porque mi madre me abandonó y porque mi padre siempre llevaba mujeres a la casa cuando me decía que solo amaba a mi madre y a mi, luego me golpeaba y a veces me tocaba. Los profesores tardaron menos de 5 minutos en llegar reaccionaron rápido ya que el chico estaba a punto de desmayarse, tenia la nariz rota, el ojo muy rojo, el labio estaba muy inflamado y estaba sangrando de casi todas partes. Al quitarme de encima del chico rápidamente llamaron a una ambulancia, y a mi solo me estaban viendo como si fuera un tipo raro que ama golpear gente.

Llamaron a mi padre pero porque estaba "ocupado" no pudo ir por mi así que la única opción era llamar a una tía que no veía desde hace mil años, tardo un poco en llegar y cuando llego comenzaron a hablar de mi, de mi comportamiento y el como actuaba todos los días. Los profesores decían que yo tenia esquizofrenia porque según ellos veían que hablaba o me reía solo cosa que no es verdad. Después de un mes me dijeron que tenía que vivir con mi tía porque mi padre estaba en el hospital, decían que seria por un corto tiempo y no vi problema en eso, pero mi tía me veía con miedo. Me llevaba a revisar cada dos semanas y los médicos nunca vieron señales de esquizofrenia, solo que tenia depresión severa o al menos eso escuche.

Paso más y más tiempo comenzaba a llevarme un poco mejor con Valeria, mi tía. Me contaba que tenia planeado tener una carrera y que se iba a ir de viaje para conocer el mundo, pero con mi llegada eso no podía ser posible, así que solo nos cambiamos de ciudad. Así que gracias a todo esto estoy aquí, contigo.

— No sé que decirte, es algo asombroso por todo lo que has pasado y aún así estas... feliz no lo sé — reí.

— Pues todo lo superé, y lo podre superar al 100% si salgo contigo.

— ¿Qué?

— Vamos Oliv, sabes de que hablo, salir, como amigos — reí.

— Ah, si eso, pues me encantaría salir contigo, no me haría mal tener un amigo — sonrió.

— Bueno, pero ahora tendrás que descansar, yo me iré a casa, adiós.

— Gracias por traerme y por haber llevado a Caro a su casa.

— No hay de que, espero y te recuperes, ¿te veo mañana?

— Claro — sonreímos.

— Hasta mañana entonces.