F U N E R A L

7 1 0
                                    

Sollozos, cuentos de machos y muchos abrazos. Parte de un funeral.

La gente habla, cuenta la historia
de como fue que el alma dejo
aquel cuerpo que ahora entre
cuatro paredes de madera descansa.

Mi cuerpo lucha con fuerza
para no perder contra el
sueño, contra un descanso casi eterno.
Todos lloran, otros se lamentan y yo solo sostengo mi café para que no acabe muerto en el piso.

Los lugares así son fiel reflejo
de que la vida es demasiados corta
como para detenerse a pensar que
existe la muerte.
El abordar para pensar que
la muerte es algo afimero es
algo de gran valor para retar
a alguien con gran poder.

Me detengo a analizar mi panorama
mientras intento que mis párpados
no caigan lentamente para poder descansar.
Yo solo sostengo mi café
para que no acabe muerto en el
Piso.

Es difícil recordar como es que llegue
a un cansancio tan extremo,
que hasta en los funerales me duermo.
Yo recuerdo que no era así,
yo era feliz en los funerales,
de alguna forma, y ahora,
Yo solo sostengo mi café
para que no acabe muerto en el
Piso.

¿Dime lienzo negro? Cómo es que
mis lágrimas no pueden borrar tu
color obscuro para verte blanco
una vez más, para verte tranquila
una vez más, para verte feliz una
vez más. Ahora solo eres de
color obscuro, ahora solo
piensas ser parte inicial del funeral,
ahora eres infeliz.

Pero como yo solo sostengo mi café
para que no acabe muerto en el
Piso, me disipó en tu sombra porque
ya ni me escuchas.

S C O T H [Poemario].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora