Naruto-¿Qué hubiera pasado si...?-

REPUDIO

HOLA :D

YA VENGO CON EL SIGUIENTE CAPÍTULO

ewe

~ESPERO QUE LES GUSTE~

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~KONOHAGAKURE NO SATO/ALDEA DE LA HOJA ESCONDIDA~

Un niño de no más de 5 años iba corriendo con todas sus fuerzas para no ser alcanzado por un grupo de aldeanos, que, a su paso, era más grande.

La caza del zorro había empezado

La gente que lo veía pasar deseaba con todas sus fuerzas que de una vez por todas desapareciera de sus vidas por sus "actos cometidos en el pasado" de asesinar a sus familiares.

A Naruto se le hacía infinitamente difícil correr sin tropezarse ya que aún llevaba las vendas que protegían su (ahora curado) ojo y la presión de saberse perseguido le impedían tener clara visibilidad.

El tener que golpear a un menor no les agradaba para nada a los aldeanos agresores, después de todo, eran humanos. Pero sabían de sobra que él no era un niño, sino un demonio.

Un demonio que quería jugar con los sentimientos ajenos.

Aún no entendían porqué el cuarto le daba cobijo y comida junto con su esposa e ¿hijo? Aunque se daba por hecho que es el cómplice del monstruo. ¿Debían de dudar de esa "familia"? Ellos ya no sabían que pensar.

Cada vez estaban más cerca del menor que se había escabullido por unos callejones estrechos, difíciles de pasar para un adulto.

- ¿¡Admites que eres el demonio y huyes!? ¡No me jodas! - Ya casi lo tienen

El pavor cada vez iba en aumento. A Naruto se le iban acabando las fuerzas y el grupo era más rápido y resistente. De no ser por los callejones, ya le habrían atrapado.

- ¡Ya casi! - Un aldeano por poco le cogió el brazo

Ya estaban demasiado cerca para poder huir. No sabía qué hacer. Lloraba de la impotencia de no poder hacer nada. Se acabó.

- ¡¡AAAagh!! -

~De mientras con Kei~

¿¡Qué hago!? No puedo ir a por Naruto ya que no conseguiría nada yo solo. Además estoy muy lejos de papá y no puedo contar con mis amigos...

- ¡Kei! ¿Qué sucedió? -

Sus amigos habían llegado. Kiba fue el primero en conversar

- L-lo siento ahora no tengo tiempo. Tengo que...que...¡No lo sé! ¿¡Qué puedo hacer yo solo!? -
El pelirojo-rubio se arrodilló mientras dejaba salir unos sollozos mal contenidos

- ¡Oye qué pasa! - Está vez era Fuji quién hablaba

- No...N-no quiero...Naru... Necesito ayuda pero no sé a quién pedírsela. Alguien adulto, un ninja alguien cualquiera pero rápido...-