Inseparable. | Ragoney

1. L.A.

Antes de que comencéis con el capítulo quiero dejar claro que durante todo el fanfic se tratarán temas algo conflictivos como el terrorismo, temas de actualidad relacionados con oriente medio y Asia y todo lo que ello conlleva. Los temas que se traten pueden ser o no del agrado de todes les que estéis leyendo y está escrito desde el punto de vista de agentes federales estadounidenses con todo lo que ello conlleva. Con esto os estoy diciendo que al fin y al cabo es un fic de los dos pencos pero basado en series policiacas americanas y por lo tanto fiel a esas series. No quiero meterme en política ni ideales con este fanfic. Creo que si estáis leyendo esto tenéis la madurez suficiente como para entender estos temas y que no tiene por qué ser un reflejo de la realidad sino algo ficticio que sale de mi mente y de las americanadas que puedo estar viendo durante horas y horas. Aclarado esto y no sabiendo si me he explicado, disfrutad.

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- Señores pasajeros. En breves momentos aterrizaremos en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Por favor, diríjanse a su asiento y abróchense los cinturones. Les informamos de que la temperatura exterior es de 28ºC y el tiempo está despejado. Muchas gracias por viajar con nosotros. Tengan una buena estancia y feliz Navidad.

Los sonoros aplausos de los pasajeros despertaron a Agoney de su horrible sueño de media hora. Iba a tener un jet lag de mil demonios por no haber podido pegar ojo durante el largo vuelo de diecinueve horas con escala de casi cinco en Londres incluida. Casi no se lo podía creer cuando pisó tierra firme. Recogió su pequeña maleta de la cinta y se dirigió a la salida. Desde la agencia le habían comentado que le habían alquilado un pequeño apartamento en lo que encontraba algo fijo en la ciudad para vivir a la vez que hacía lo que había venido a hacer. Misiones secretas, documentos clasificados y todas esas cosas federales. Con un suspiro, entró en un taxi y le dio la dirección. Pero tampoco llegaría muy lejos, porque en esa misma calle, siete coches por delante de él, otro explotaba.

- Quédese aquí – el conductor todavía estaba hecho una bola intentando protegerse de la explosión cuando Agoney ya había salido y se dirigía, como las sardinas, a contracorriente de todo el mundo que escapaba del atentado pistola en mano.

Los oídos aún le pitaban por la fuerte explosión y apenas se distinguía ninguna figura entre el humo, no veía prácticamente nada. A paso cauto, iba avanzando por la zona ya desierta. Puede que no estuviera de servicio. Puede que además ni siquiera trabajara directamente con una agencia estadounidense. Pero a la mierda todo, lo primero eran los civiles y, en ese momento, él era el único capacitado para esa situación en la zona. Al menos hasta que las fuerzas de seguridad estadounidenses llegaran. Cuando llegó al epicentro de la explosión, había varias personas en el suelo heridas y aturdidas. Su atención se centró en ellas por completo. Estaba asegurándose de que una mujer mayor estaba todo lo bien que se puede estar en esa situación, cuando la policía llegó.

- ¿Están todos bien?

- Hasta donde he podido comprobar no hay heridos graves, pero no he podido mirar en el interior del vehículo. Tienen que encargarse los bomberos.

- ¿Quién es usted? – Por detrás del agente de policía, habían aparecido otras dos personas.

- Agente especial Agoney Hernández, de la CIA.

- ¿La CIA? ¿Y qué coño estaba haciendo aquí?

- Me he visto involucrado en el atentado, iba en un taxi cuando ha estallado la bomba. Yo le he dicho quién soy. ¿Quiénes son ustedes?

- Agente especial Ricky Merino, del NCIS y ella es mi compañera Miriam Rodríguez, también del NCIS. Seguridad Nacional nos ha puesto al frente de la investigación. Así que, si me disculpa, salga de la escena, nos encargamos nosotros.