Prólogo

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Hace 2 años...

Jeong JunKook no era un cobarde; pero tampoco era un mentiroso. No estaba listo para decir la verdad en aquel instante; y su mejor opción fue salir huyendo (literalmente) de su ex.

--- JungKook! Ven aquí!!! --- lo llamaron a unos metros.

Mierda, mierda, mierda!!!.

El día no podía ponerse peor; despertar como Alfa no era algo que hubiera esperado justo en la semana mas atareada del trimestre escolar, su clase empezaba en cinco minutos y había olvidado sus folios con la tarea del día en casa.

Corría sin mirar atrás y parecía no haber lugar donde ocultarse, la escuela estaba abarrotada de estudiantes con aromas que le hacían náusea y sonidos que lo abrumaban. En un momento así debió tomarse unos días para asimilar a su lobo, pero el pelinegro era muy comprometido con sus deberes escolares; ser Capitán del equipo de atletismo era su meta y justo aquel día de su crisis lobuna eran las audiciones deportivas.

Ha pero no corría solo, un lobo aún mas terco que él habitaba ahora en su interior.

Quiero salir ! Dejame salir!

Tengo hambre!.

No!, estamos en la escuela, este dia es importante! Comportate por favor, ayudame con esto!

Grrrr!.

Luego de la breve discusión consigo mismo, llego al área de Natación y se detuvo a descansar.

--- La perdí? --- susurró nervioso.

Cobarde.

Cállate!.

Suspiro con los ojos cerrados, imaginándose lo que le esperaba cuando Lisa lo encontrase, terminar una relación de casi dos años con solo un "Quiero terminar lo nuestro" sin dar ninguna explicación no había sido muy factible.

Respiró profundo llenando sus pulmones de oxígeno para salir corriendo otra vez; y de pronto un aroma agradable lleno todo su ser, un aroma que lo tranquilizó al instante. Por primera vez en el día su lobo se había calmado.

Vainilla?... canela... melocotón... eso huele tan rico --- pensó mientras instintivamente caminaba hacía aquel aroma.

Mío.

Shhh, callate y dejame oler bien Nochu!.

Mio!.

Joder, cállate! Ya desayunaste!

Respiró profundo otra vez aquel aroma agradable que no parecía un simple postre bien hecho; aquella escencia recorría por sus venas logrando calentar cada parte de su ser.

Abrió los ojos y se sorprendió al ver que no estaba solo en aquel lugar, había alguien a quién obviamente identificó como un Omega. Gracias a sus ojos lobunos pudo visualizar más que bien cada detalle del cuerpo de aquel chico que se hallaba al otro lado de la piscina.

Mi lobo dice eres Mío 🐇KookMin🐣 [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora