" Novio "

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¡¡Allen!! 

¡Había perdido mi virginidad con él! (En verdad no me lo creía).

"¡¿Como pude ser tan estúpida?!"

-Te dije que serías mía – Me dijo susurrando y terminó con uno de sus exquisitos besos.

Yo estaba en shock, no hice nada.

¡Estaba abrazada a él! 

Él me sonrió y me guiñó el ojo mientras se levantaba y se ponía su ropa para irse. Yo sólo lo miraba, impactada y sin poder aceptar la realidad, esperaba despertar en cualquier momento de ese mal sueño, pero eso, nunca pasó.

Allen abrió la puerta disponiéndose a irse.

-Allen… - Mi voz había salido más aguda y baja de lo que creí que saldría.

Él se detuvo en seco – No, no lo digas, ya está hecho, tu eres mía – Su respuesta me sorprendió, no supe que hacer. Miró mi cuerpo unos segundos, me sonrió, y se fue.

Me llené de ira, quise gritar que él no me podía tener, que era un estúpido, pero... Era tarde... entonces, sólo pude llorar.

Estaba frustrada, ÉL ME FRUSTRABA, aunque,  también él era el único que me hacia sentir de esa manera y a la vez muy excitada con simplemente verlo…

Suena extraño e idiota, pero era cierto…

Dejé de llorar minutos después, y sorprendentemente, una gran sonrisa apareció en mi cara, me sentía diferente, mas libre y sexy, entonces, me puse mi ropa y salí del cuarto.

Bajé lentamente las escaleras recordando cada caricia, beso y susurro de Allen de hacía unos instantes. (Enfermizo,  lo sé...).

Ya abajo y fuera de la casa marqué al número de Yani pero no hizo falta que timbrara más de una vez para verla del otro lado de la calle a un lado de el auto de su hermana estacionado.

Me subí al auto y ella me miró con cara divertida.

-¿Quién fue el afortunado? – Me preguntó con voz burlona.

-Tu primero – Le contesté rápidamente.

-No lo sé – Hizo una pausa y rió como niña traviesa – Nunca pude distinguir su cara, pero besaba “ufff” amiga – Y volvió a reír – Ahora dime tu.

-Igual – Lo dije de la manera más neutral que pude y me encogí de hombros.

No pensaba decirle nada a nadie.
Después de lo pasado con Michelle, ya no confiaba.

Mi respuesta pareció suficiente para Yani.

Miré la hora... "5:00am"

No entendí porque esta fiesta la habían organizado para un lunes por la noche, me dolía la cabeza y tendría que dormir toda la mañana o incluso faltar a clases hoy.

Yani y yo hablamos sobre lo que experimentamos esa noche mientras íbamos en camino a mi casa, me sentí feliz de poder compartir este tipo de cosas con alguien más y reírme un poco.

Llegué a mi casa, mi madre no estaba, ni mi padre (Lo cuál agradecí), ví a mi hermana y ella se acercó corriendo a mí.

-¡Si funcionaron! – Y me abrazó

-¿Qué cosa? – Le pregunté confundida.

-¡Los zapatos! – Dijo con gran emoción.

En ese momento recordé la advertencia de mí hermana al pedírselos prestados “Cuidado que son pa' coger”…

¿Un triángulo amoroso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora