se viene largo. basado en el capítulo homónimo de black mirror. no es una adaptación al pie de la letra, es decir, el tema que engloba al capítulo (el elemento sorpresa) no está presente, me baso más en la historia romántica y cliché, lol. le agregué cosas que sí son de mi autoría completa.
posdata de la revisión uno: volví a mirar el capítulo por si me inspiraba a más y noté cosas que escribí acá pensando que no estaban ahí que sí lo estaban qqqqq.
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ochentas, san junipero.
noche de sábado. no sabía qué estaba haciendo en un lugar como ese. gente bailando, tocándose descaradamente y sin importarles nada, consumiendo todo tipo de cosas, riendo por lo que sea, entablando conversaciones con cualquiera, reflejaban la extroversión en sí misma.
y luego estaba él, sentado en una mesa sosteniendo una soda de uva fría en su mano mientras analizaba todo. las luces neón eran bonitas, sumado a la música, expresaba exactamente el pico que los ochenta estaban teniendo. había una rocola, discos de vinilo decorativos con lo que más se escuchaba y un estilo de mobiliario muy de moda. era un comedor americano nocturno para bailar.
es levemente empujado por alguien que se desliza en el asiento a su lado.
—sígueme la corriente —susurra. el chico no cuestiona, solo calla y bebe un sorbo.
—vamos, tyler, la pasamos bien, ¿verdad? —una insistente persona de la cual josh no podía dar certeza de género le rogaba al chico que se había sentado a su lado.
—te dije que no quiero saber nada, alex. vete, quiero hablar con él, hace mucho no le veo y está enfermo, le quedan pocos meses de vida, ¿sabes? ¡seis!
—cinco, de hecho —acota sin pensar y toma de nuevo mientras acomoda sus anteojos del centro.
—vete —le ordena, la persona de voz grave y pelo negro pone sus ojos en blanco y se va.
el chico lo mira y le sonríe mostrando sus dientes y levantando sus pobladas cejas bien definidas. sus labios, gruesos, se pintaban de un tono vino, tenía barba de no más de dos días y una nariz fina que no logra ver tan bien por la falta de luz. tampoco logra distinguir el color de sus ojos pero asegura que son de algún tono marrón. su cabello —algo despeinado— se veía suave y mullido, digno de ser acariciado.
—s-soy josh —habla, devolviendo la sonrisa.
—tyler joseph. por cierto, fue lindo gesto el decir que quedan cinco meses. oh, y perdón por matarte —se carcajea sonoramente.
—no es nada. —siente al chico mirándolo fijamente—. ¿qué haces? —ríe incómodo.
—te miro —hay un silencio—. tus anteojos, ¿realmente los necesitas?
