Me despierto temprano, tengo que ir a correr, ejercitarme, ya saben. No es fácil ser el chico popular de la preparatoria.
Todos saben todo sobre mí, a excepción de una cosa, que muy pronto todos lo sabrán, hasta ustedes. Supongo que ya se están dando una idea.
Voy trotando, aceleró un poco, siento que todo el viento choca con mi cara, cierro mis ojos, me concentro en la dulce melodía de los pájaros, a estas horas no es peligroso que me atropelle un auto pues son las cinco de la mañana, todos están dormidos. Menos yo, tengo insomnio no he podido dormir bien desde que mi padre falleció, desde que mi madre y hermana tuvieron una discusión muy fuerte, desde que Fernanda se fue de la casa, desde que mi mamá se empezó a portar cortante conmigo, desde que empecé a fumar a escondidas, desde que mi ex pareja me engaño. Desde ahí, todo en mí cambio.
Pero nadie lo sabe, es otro secreto, nadie sabe que lloro por las noches, que ahogó mi almohada, mi almohada me es fiel, es la única que no se ha ido de mi lado aún conociéndome.
Me detengo, estoy muy mal, se siento mareado, me voy hacia la banca más cercana, tomo asiento, abro la botella de agua, le doy un trago, pero no lo paso, lo escupo, vuelvo a tomar ahora sí, tome toda, no quedó absolutamente nada, hasta yo mismo me impacte en el tiempo que la he digerido, tapó la botella, me pongo de pié y me fui a la casa.
Cuando llegue a casa subí rápidamente las escaleras, cerré con cuidado mi puerta, pues mi mamá sigue dormida, abro el closet, saco lo primero que encuentro.
La verdad no me apetece vestirme bien, pues es lunes, odio los lunes. Pero no importa tengo que asistir a clases. De ahí depende mi futuro. Bueno el de todos.
Me metí a la ducha, me mantuve bastante tiempo ahí, tengo que relajarme, no se en que momento pase por todo esto. Me hacen falta mis padres, mi hermana, mi familia. Su cariño.
Salí de la ducha, me vestí rápido, baje de las escaleras casi corriendo, con cuidado de no caer, tomo una manzana, le doy un mordisco, agarro mi mochila, mi celular y mi cartera, me aseguró de llevar todo, cuando estoy completamente seguro salí de la casa, la cerré con llave.
Me fui en mi motocicleta, a toda velocidad, llegue a tiempo, faltan diez minutos, baje de aquella motocicleta, deje el casco en ella y la asegure para que nadie se la robará.
Me acerque con mis "amigos".
- Hola Jos
- Hola Alan
- ¿Como amaneció el " Don perfecto"?
- Más que bien.- Mentí, me siento fatal
- Si claro.- Rodeo los ojos
¿Qué le pasa? Agh me caga.
- Chicos, ya me voy
- Espera... ¿No quieres un cigarro?
- No Freddy gracias
- No me jodas, ¿desde cuando tan educado?
- Quiero cambiar Bryan
- ¿En dónde quedo el chico mujeriego?
- Mira Alan, yo no lo hago por gusto y lo sabes
- ¿Entonces por qué lo haces?.- Subió el tono de voz
- ¡Porque tú me amenazas idiota!
- ¡MIERDA TE DIJE QUE NO LO MENCIONARAS!
Pronto hicimos que todos los que estaban ahí nos miraran asombrados.
Y como no hacerlo si se supone que Alan y yo somos mejores amigos.
Mire alrededor todas las miradas se posaban en nosotros cuatro. Yo sin más que decir me retire, con la mirada baja, no me gusta pelear.
Lo hacía, pero les juro que he cambiado.
Me adentre en el aula, todos estaban callados, algo raro, pero era lo que necesitaba, tranquilidad, minutos después llego el profesor agitado con un café en la mano.
- ¡Buenos días jóvenes!
- ¡Buenos días!.- Dijimos al unisono
- Bien, chicos ¿que creen? Hoy no harán nada, si gustan pueden salir pero sin hacer escandalo ya que los otros salones si tienen clase, al primero que vea haciendo relajo lo meto al aula y le dejo tarea extra, pueden salir.
El profesor no dijo nada más, a lo que mis compañeros no dudaron en salir corriendo del aula, yo me quede ahí, sentado en una butaca vieja y sólo.
El profesor me miró extrañado, bebió su café para continuar.
- Señor Canela, ¿se puede saber el porqué no salio con sus compañeros?
- No me apetece
- ¿Quieres hablar?.- Solo debí a sentir, coloque una silla del otro lado del escritorio y me senté.
- Digame Señor Canela ¿que es lo que tiene?
- Me siento raro - Me acomode en la silla incómodo
- ¿Se puede saber porqué?
- Profesor... - Tome aire - soy gay
- Oye Jos... -Aclaro su voz- Tú - Me señalo - Eres raro, pero no eres diferente.
Mis lágrimas no habían tardado en salir, no me las limpie, él dijo la verdad, lo admito nadie es diferente, al final todos vamos a morir y nos vamos a amar tal y como somos.
- Gracias profesor - Le di un abrazo a lo que él correspondió
- De nada, sabes que puedes confiar conmigo para todo ¿no?
- Sí, le repito gracias, pero, ¿podría hacerme el favor de no decirle a nadie?
- Juro que no le diré a nadie Jos... Si gustas puedes salir un momento a tomar aire
- Esta bien, lo veo luego
Regrese a mi lugar, tome mi mochila y salí del aula, no sin antes limpiarme las lágrimas, no quiero que nadie me vea destrozado, o sea todos tenemos sentimientos y es normal llorar, pero no quiero, no ahora.
Camine por los largos pasillos de la preparatoria, mis manos las tenía en las bolsas de la parte delantera de mi pantalón. Camino recto, como si nadie pudiera hacerme daño, por fuera soy fuerte, por dentro un desastre de emociones.
Pase de un pasillo a otro, estuve evitando básicamente a todos. Pase por detrás de los baños, se escuchaban sollozos, me acerque más y era...
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Tú, mi oxigeno
DragosteJos Canela y Alonso Villalpando se enamoran a primera vista ¡OMG! ¡JALONSO ES REAL! ♥