Pequeño Inocente - Adaptada Michaentina

Capitulo 5. "¡Esa chica había intentado violentar mi honra!"

Capitulo 5.

—Nos escaparemos a una fiesta.

Valentina sonrió mirando la reacción de Michael. Tomando un fuerte respiro, Michael miró a su padre, a mama Mary fijamente esperando a que le echaran la bronca.

Valentina había desaparecido varios días para que las cosas se calmaran y cuando Virginia tuvo que hacer sus viajes semanales, Davide corrió a su casa para ver si podían sacar a Michael para que aprendiese a relacionarse como un joven normal.

—¿Fiesta? Define fiesta —dijo Michael 

  —Una reunión —rió Valentina—. En la cual se baila, se bebe, te lías con cualquiera y acabas follan... —se detuvo al ver las miradas inquisidoras de Davide y Mama Mary—. Y acaban fallando en la pista hasta que pierden el conocimiento.

—Eso... Implica salir, ¿no? —preguntó inseguro  

  —Si —Valentina lo tomó de ambas manos—. Es ahora o nunca, Mike. Me gustaría estar contigo en este momento.

Las famosas mariposas en el estómago, revolotearon dentro de él. Se mordió el labio en un gesto sumamente inocente y demasiado inseguro, pero ella lo miró tan sexy que acabó sonriendo como tonta fangirl.  

—Ve a vestirte.—Dijo ella soltando sus manos suavemente.

—¿Qué tiene de malo mi ropa? —miró su carísimo jersey marrón, su pantalón de vestir y sus zapatillas pulidas.

—A esas reuniones no se suele ir con esa ropa, Mike—explicó dulcemente mama Mary.

—Oh, entiendo. Entonces iré a ponerme algo más apropiado —dijo Michael subiendo.

  Ellos tres se miraron fijamente.

—¿Estará seguro? —preguntó Davide.

—Obvio que si, no pienso dejarlo solo en ningún momento. Pueden confiar en mi.

—¿Crees que esté listo para tomar alcohol? —preguntó tímidamente Davide a mama Mary, pero fue Valentina la que contestó.

—¡Claro que no! Mike está muy sano y no dejaré que se meta porquería en el cuerpo.  

Mientras esperaban a Michael planeaban una fiesta sorpresa que le harían en su cumpleaños. Cuando hubo bajado, las miradas de incertidumbre de los presentes era muy real.

—¿Michael? —intentó contener la risa Valentina al ver su pelo engominado y bien peinado hacia un lado como los niños del coro.

—¿Así estoy bien? —dijo sonriente, ilusionado.

—Estás bien para la iglesia —dijo ella quitándole la pajarita del cuello—. Te ves ridículo.

Al ver la cara de Michael y que sus ojos se llenaban de lágrimas empezó a toser para disimularlo.

—Ridículamente guapo, pero... No es para la ocasión. Ven... Subamos.

Davide y mama Mary suspiraron de alivio mientras se comunicaban con las miradas. 

Valentina subió a la habitación extremadamente ordenada de Michael que estaba llena de libros y de varios pósters de científicos muy famosos.

Ella fue al armario directamente. Sólo había ropa carísima pero era de un completo nerd. El típico friki de instituto.  

  —Oh Dios, esto será difícil.

Ella empezó a buscar de un lado a otro pero no había nada que sirviese. Sólo pantalones de vestir, zapatillas de abuelo y jerseys estúpidamente feos.