Capitulo 3.
—Mamá... —llamó Michael entrando en la cocina restregándose un ojo.
—¿Te pasó algo, cariño? —preguntó muy preocupada.
—Sí, la verdad es que sí. Por la noche estaba soñando y... Digamos que mi miembro se puso muy duro y yo no sabía qué hacer, ¿Qué me pasa, mamá?
Virginia abrió los ojos como platos mientras casi se atragantaba con el pedazo de manzana que comía. Davide en cambio casi escupe el café.
—¡Davide! —reclamó Virginia buscando ayuda.—A mi no me mires —se levantó—. ¿No dijiste que era tu hijo? arréglatelas tú —se marchó.
Michael abrió mucho los ojos mirando a su madre.
—Estoy enfermo, ¿verdad? ¡Fueron los gérmenes de papá, lo sabía!—No, no... No estás enfermo, Michael. Mira cariño...
Virginia estaba muy nerviosa mientras la miraba atentamente. Ella se sentó en una silla que quedaba más cerca de ella y le tomó las manos.
—Es normal a tu edad, ¿vale?
—¡No, no vale! Porque yo lo recordaría, me sé todo sobre la anatomía, me la sé toda... Y un órgano genital masculino no tiene hueso, ni nada como para ponerse como se me puso a mi, tienes que llamar al médico. Esto no es normal, mamá.
Virginia volvió a morderse el labio aún más nerviosa. Michael estaba decidido de que estaba enfermo... Así que ella le siguió la corriente sólo para protegerlo de la verdad. Pero antes de que ella pudiese decir algo, Mike habló.
—Mamá, espero solucionar esto pronto. No podía dormir y me dolía muchísimo...—¿Y qué hiciste?
—Me tomé una pastilla para dormir pero igualmente... Me seguía doliendo cuando me dormí.
-Pues síguelo haciendo cada vez que puedas... Lo siento, cariño, no puedo responderte a esto.
—¿Puedo preguntárselo a mi profesor?
—¡No! Ni se te ocurra. Es muy vergonzoso... Así que mejor guárdatelo para ti mismo.
Michael asintió insatisfecho y subió a su habitación para darse una ducha y vestirse después. No entendía nada y se frustraba cuando no entendía algo...
Quería preguntarle a su profesor, o algo así.
Gruñendo bajó para desayunar mientras su padre bajaba las escaleras dispuesto a marcharse al trabajo.
—¿Estás mejor, Mike —preguntó su padre y Michael simplemente lo ignoró. Sentándose en la mesa miró a su nana.—¡Pequeño! No ignores a tu padre —lo regañó la señora.
—Lo siento, padre —dijo sin mirarlo mientras comía cereal.
Davide haciendo los ojos en blancos se marchó de la cocina.
—Algún días no los tendrás y los echarás de menos —dijo su nana.—La muerte es algo plenamente biológico, lo tengo muy asimilado.
Y su nana le pegó en la cabeza mientras lo miraba aterrada.
—Mira que serás estúpido... —negó con la cabeza
—En realidad, no lo soy... Mis notas representan lo contrario.
—¡Tus notas no definen tu inteligencia! —exclamó la nana regando jabón por todas partes.—¿Entonces qué? —hoy estaba de mal humor por lo de su pene.
—¡La práctica, la vida diaria!—¡Tonterías! Si me sé la teoría obviamente haré bien la práctica.
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Pequeño Inocente - Adaptada Michaentina
Aléatoire¿Inocente, un hombre? Jamás se ha visto en la historia de la humanidad. Esta novela no es mia, solo la adapte. Creditos a la autora