Hay algo que deseo contarte. Un secreto que a las lechuzas no saben guardar, cada noche hablan de las cosas entrañas que ocurren en la biblioteca más grande y hermosa que jamás veras a la cual solo he visto entrar a los gatos de las más horribles brujas, búhos soberbios en busca de más conocimiento y lechuzas llenas de curiosidad, por supuesto yo he entrado y otros cuantos como yo que se han perdido entre el cielo estrellado y el frio nocturno.
Aquel lugar es enorme, el aroma a libros y madera es simplemente relajante, cada estante se encuentra repleto, en ese lugar podrás encontrar libros que aun no han sido escritos y otros que jamás lo harán. Toda historia está registrada ahí; desde tus sueños, hasta toda pesadilla que has tenido incluso tu vida está escrita en alguno de los miles de libros. Tal vez te preguntes si leí alguno de los libros ¡y claro que lo hice! Ese libro era pequeño con una pasta totalmente negra, recuerdo bien que parecía nuevo incluso tenía ese aroma en sus hojas; el niño de la biblioteca, era lo único escrito en la primera hoja.
Ese libro resulto bastante interesante, pues el niño vivía en esa hermosa biblioteca. Durante el día él se la pasaba leyendo cada historia nueva que era escrita o bien acomodando y reparando los libros, aunque es triste saber que siempre estaba solo pues mientras fuera de día el lugar permanecería cerrado y en cuanto la noche llegaba él debía permanecer en su habitación pues una criatura de ojos amarillos lo atormentaba, esta caminaba por los estantes con pasos lentos haciendo crujir la madera del suelo, era la cosa más horrible que jamás había visto según lo que estaba escrito en este libro.
Un escalofrió subió por mi espalda al escuchar las pisadas mas no me asuste, no había razón para hacerlo.
-¿Dónde debo dejarlo? Ya termine de leerlo- voltee para entregar el libro a su dueño
-déjalo sobre una mesa y él lo tomara mañana- me miro con esos peculiares ojos amarillos mientras tenía una gran sonrisa
- ¿crees que podría venir durante el día para hacerle compañía?- realmente quería conocer al otro personaje de esa historia
-lo siento, pero no puedes- se disculpo el pequeño niño- si fueras un gato, un búho o incluso una lechuza no tendría problema, el conoce que es cada uno de ellos por los hermosas ilustraciones de los libros, pero de nosotros nada, ni una sola imagen. Cada Azaña y virtud que es descrita para nosotros en los libros él la ha encontrado en sí mismo, convenciéndose de ser un humano.
-tal vez nosotros somos los monstruos y el solo un pequeño niño asustado- abrí el libro para poder admirar la imagen de aquella criatura que poseía una cabeza similar a la de un caballo, ojos como un gatos y un cuerpo muy parecido al humano lleno de escamas- que aspecto más horrendo tenemos a comparación, ¿no lo crees?
-sin duda somos las criaturas mas asquerosas y deformes que existen- afirmo el niño
Después de eso tuve que regresar a mi casa y ahora solo escucho a las lechuzas hablar de eso cuando pasan volando por mi ventana. Tal vez tú puedas encontrar ese lugar y si lo haces deja un pequeño regalo de mi parte para ese pequeño niño asustadizo.
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poco más que cuentos
Diversosson solo una pequeña serie de cuentos que se me han ocurrido (si parecen copias de otras historia culpa a la niña que esta atrás de ti)