Ya nose cuanto más seguir; miro la noche, mis pupilas dilatandose en el cielo rojo mientras mis pesados párpados endurecen mi mirada, la voz ronca que se quiebra cuando hablo, mi cuerpo débil, mis manos que parecen bailar de tanto temblar, de alguna u otra forma, por más fuerte que sea y me veas con esta hermosa sonrisa rota; estoy cansada.
A.L.V