Salió de la casa del mayor con lagrimas en sus ojitos, tomó fuerte el agarre de su mochila para así poder comenzar a caminar en dirección a su casa sintiendo como la gente le miraba de forma extraña.
Pero eso no importaba en ese momento, JiMin estaba lo suficiente concentrado en pensar que es lo que el mayor buscaba realmente. Movió su cabeza con cuidado en dirección a la izquierda al escuchar como las personas murmuraban sobre su forma de vestirse. Mordió su labio inferior intentando ocultar las pequeñas lagrimitas que caían por sus mejillas, tapo su cara con ambas manos comenzando a caminar con rapidez.
— ¿Qué es lo que ha salido mal? —se preguntó a su mismo el pequeño peli-rosa mientras observaba como se aproximaba hasta su vecindario.—Es la primera vez que papi no viene a merendar conmigo.
Con un pequeño puchero siguió su camino hasta su casa, saludando a sus vecinos con una sonrisa. Viendo como estos le miraban preocupado ya que, tenía sus ojitos rojos dándoles a entender que el pequeñito había estado llorando.
Ignoro la pregunta de una de sus vecinas quien se había acercado a preguntar con suma preocupación si estaba bien. JiMin solo asintió, levantando su manita para despedirse de ella siguiendo el camino.
Al llegar a casa, cruzó por el jardín con una sonrisa al ver que las plantitas que estaba cuidando crecían como se debe; —Iré a cambiarme y les daré un poco de agua, ¡seguro tienen sed! —murmuró levantando sus brazos mientras que corría hasta la puerta principal abriendo esta, mientras se encontraba con su mami.
Su mamá le miro de forma extraña, ya que era muy temprano para que su pequeño JiMinnie este en casa. Sorprendida correspondió el abrazo del menor, quien se encontraba ya rodeando el cuerpo de su madre soltando algunas lagrimitas por el dolor que sentía su corazón.
—Bebé, ¿qué haces tan temprano aquí? Pensé que ibas a estar en casa de YoonGi.—habló con tranquilidad acariciando el cabello del menor, haciendo que este sintiera paz.
Y era cierto, su mamá siempre estaba allí para consolar a su pequeño.
—YoonGi hyung...—habló entre lagrimas, llevando sus manitas hasta sus ojitos. — Él no ha llegado a casa para merendar conmigo. Mami, lo he llamado y contestó una mujer.
La mujer le escucho atentamente acariciando su cabello con cuidado dejando un pequeño beso en su frente pensando en que cuando el mayor venga le tendría que dar una charla sobre como cuidar de su bebé. Ya que, JiMin era demasiado sensible y aunque YoonGi lo sabía de igual manera lo estaba lastimando.
—Tranquilo bebé, seguramente YoonGi estaba muy cansado de tanto trabajo y esa mujer estaba trabajando con él. Espera a hablar con él.—sonreía mientras acariciaba las mejillas del contrario para así separarse caminando hasta la cocina. — Te haré unas galletas especialmente para ti, ve a cambiarte.
JiMinnie asintió, dando pequeños aplausos con ambas manos al escuchar que su madre le haría aquellas deliciosas galletitas que a él le gustaban. Corrió hasta su habitación, dejando su mochila sobre la cama para poder buscar su jardinero con roturas sobre la rodilla y una polera blanca ya que sentía algo de frío. Coloco sus zapatos buscando su telefono para tomar una foto.
Bajo rápidamente hasta la planta baja, mirando a su madre con una sonrisa para así salir al jardín tomando su regadera color rosa comenzando a mojar todas y cada unas de las plantas que estaban allí.
Soltó una risa satisfecho al ver el resultado tomando fotos a todas y cada unas de las plantitas que estaban cuidando.
🍒
Era de noche, había pasado toda la tarde hablando con su madre sobre cosas para poder despejar su mente de YoonGi aunque a fin de cuentas siempre lo recordaba. Porque era así, el menor estaba completamente enamorado.
Con un pequeño puchero en sus labios caminó hasta su armario para tomar su pijama de panda, el cual había sido un regalo de su novio. Comenzó a cambiar su ropa por su pijama para así bajar hasta donde su mami se encontraba para poder darle un beso de buenas noches.
— ¡Mami! ¿Puedo hacerte una pregunta? —sonrió intentando hacer cambiar de opinión a su mamá, la cual asintió.— ¿Me permites usar la computadora un pequeño rato? Me iré a dormir temprano pero necesito ver algunas cositas.
Comenzó a jugar con sus manitas de forma nerviosa, intentando actuar de forma tierna sonriendo ampliamente al ver que su madre había dicho que sí. Se acercó a la mejilla contraria dejando un pequeño besito allí susurrando leve un "buenas noches, mami".
Volvió hasta su habitación tomando su computadora junto con su telefono mientras abría sus mensajes, sorprendiéndose al ver la cantidad de llamadas que había dejado el mayor. Con el ceño fruncido abrió el chat con el contrario contestandóle finalmente con un; Hola, YoonGi hyung.
Dejo su celular de lado abriendo la computadora para poder ir finalmente a Google. Abriendo las búsquedas para comenzar a escribir.
"¿Cómo puedo darle placer a un hombre? Soy hombre también".
Apretó el buscar esperando nervioso las respuestas. Abrió el primer link que se encontraba allí, mirando sorprendido lo que estaba viendo.
Desde ese día el pequeño JiMinnie, ansía poder hacer cosas de grandes con su papi.
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hola ú.ù lo siento esto es realmente un asco, ah. tengo una trama armada sobre esta historia pero al escribir me sale pura kk. :(
