Parte 4: No te preocupes, pequeña.

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Minutos después me encontraba en la enfermería, gracias al chico que se había caído; él parecía ser un niño también.

- Perdón por lo que te hice pasar, lindura, es mi vecina. Cuando éramos niños, jugábamos todos los días. Ella se enamoró de mi, prometió casarse conmigo. Algo muy infantil -Soltó una carcajada- Lo prometió cuando ella tenía 8 y yo 12.

- Ahhhh. Por eso yo tenía que deshacerme de ella, ¿no?

Dije en un tono con un toque de sarcasmo. Me sentía mal por ella, sabía lo que era estar en su situación.

- No era lo que pensaba, pero dicho de ese modo, puede que sí. Pero ella se lo buscó.

Lo fulminé con la mirada, eso no estaba bien.

- Mira linda, no te molestes, sé lo que piensas. Traté de decirle de la mejor forma posible que no estaba interesado. No quiso aceptarlo y siguió insistiendo.

Negué con la cabeza.

- Debo ir a clase.

Unas horas más tarde, conducía a mi casa. El día estaba muy nublado, parecía que iba a llover pronto. Me detuve en una cafetería cercana a mi departamento y al instante ví unas coletas que se me hicieron familiares.

- ¡Hola!

Miku, mi vecina estaba sentada afuera del establecimiento, levantó la mirada, estaba con los ojos llorosos. Me acerqué rápidamente confundida.

- ¿Estás bien? ¿Qué sucede? ¿Qué haces hasta acá?

La razón por la que me preocupaba, era porque era como la hermanita que nunca tuve. Era algo egocéntrica, un poco creída, pero era una chica muy dulce, hace tiempo que no la veía.

- Lu-Luka...

Corrió a mí y me abrazó por la cintura fuertemente, la envolví con mis brazos, la tomé de la mano y la llevé adentro de la tienda.

- Puedes pedir lo que quieras.

Asintió. Como toda una niña, miró todo lo que la cafetería ofrecía muy asombrada. Al final, sólo pidió un chocolate caliente y un par de donas e hice lo mismo.

Nos dirigimos a mi edificio, no dijo nada en todo el camino, lo que me preocupó más porque ella era una de las personas que solían hablar demasiado. Probablemente estaba pasando por un momento difícil.

Llegamos y lo primero que hizo fue pasar al baño. Se tardó unos minutos y luego salió, con su largo cabello suelto.

- ¿Cómo has estado, Miku?

- Pues... no muy bien. Traté de buscarte, pero no encontraba tu casa, estaba por volver a la mía. -Dijo seria- Que bueno que me encontraste.

- ¿Qué sucedió?

- Verás... Un chico se me declaró, pero su hermana también. Sé que suena muy raro, pero es verdad. La cuestión es que, emmmmm... siento algo por los dos. Estoy muy confundida.

- Bueno, no sé que decirte, nunca estuve en una situación así, pero sé que aunque ahora estes confundida, pronto lograrás superarlo porque eres muy lista y sabrás como llevar las cosas. No te preocupes, pequeña.

- Traté de contarle a mi madre, pero ya sabes, nunca está en casa. Incluso peleamos por eso.

Una temporada, yo la cuidé por las tardes, eso nos hizo cercanas. Me acerqué a ella y la abracé fuerte, nuevamente. Acaricié su cabeza y la consolé.

Después de horas de películas y palomitas, decidí que era hora de llevarla a casa.
Y así sucedió, la dejé creando también una sensación de vacío; extrañaba tener a alguien.

Choose Me - Kery03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora