Parte 2: ¡Gran idiota!

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Narra Luka

Después de varios minutos de gritos por mi parte, halagos y coqueteo del suyo, acepté salir con él. Pero con una condición, conocernos bien antes, creo que con salir se refería a una cita, ¿o no?
Conduje por las calles hasta llegar a mi departamento, unas horas más tarde, se me antojo algo para comer, pedí una pizza.
Mientras escuchaba música, ordenaba un poco, tocaron, seguramente era el repartidor.
Fui a abrir la puerta...

- ¡¿Qué rayos haces aquí?! ¿Por qué tienes mi comida? ¿Y Cómo obtuviste mi dirección?

Gakupo sonrió triunfalmente y dijo muy tranquilo:

- Soy el repartidor bonita, aquí está tu pedido, esta va por mi cuenta, sólo si me regalas tu tiempo, y una rebanada.

Me quedé parada en el marco de la puerta unos segundos, rodé los ojos por lo que estaba a punto de hacer. Si me regalaba una pizza, ¿Qué más podía hacer? A mi me conquistaban con comida, pero él, él no la iba a tener fácil.

Me hice a un lado, dejándole pasar.

- Puedes entrar, pero sólo esta vez.

Me sonrió con los ojos cerrados, realmente parecía contento. Ahora sabía mi dirección, eso es genial. *Nótese el sarcasmo*.

Pasó e inspeccionó todo el lugar, eso me hizo sentir más incómoda de lo que ya estaba. ¿Qué era lo que miraba? Incluso estaba todo muy limpio. ¿A caso vivía en una mansión o algo por el estilo?

- ¿Vives sola, preciosa?

- Si, ¿algún problema con eso?

- Para nada, me alegra que no haya nada ni nadie que pueda molestarnos. Por cierto, me encanta este lugar. Es tan... tú.

Apenas terminó de hablar, sentí un gran miedo. ¿Y si me quería violar? ¿Como puedo echarlo rápidamente?

- ¿No tienes más trabajo?

- Por suerte para ti, esa era mi última entrega del día, linda.

Genial, genial, genial. ¿Qué no tenía otra cosa que hacer aparte de molestarme?

- Ah, genial. -Dije sarcásticamente- Entonces, vamos a comer.

Fui a buscar unos platos, pero estaban en una repisa muy alta para mí. Sentí una respiración en la cabeza, sabía lo que quería hacer. Fatalmente, era muy alto. Me entregó los platos con una sonrisa de lado, parecía que él sabía algo que yo no.

- Ten, preciosa.

Los tomé algo molesta y preparé la mesa. Después, me senté en silencio dispuesta a comer; no paraba de hablar, eso me desesperaba más.

Logré que se fuera pronto, poniendo como excusa que moría de sueño, a lo que preguntó si podía dormir conmigo. Obviamente mi respuesta fue un rotundo no.

Me puse la pijama e hice toda mi rutina de antes de dormir (lavarme los dientes, cepillarme el cabello, etc.). Revisé que todo estuviera bien cerrado y me acosté. La tonta sonrisa de ese tipo no salía de mi cabeza. Cuando estaba a punto de caer en los brazos de morfeo, recibí un mensaje de un número desconocido.

Desconocido: La pasé genial hoy, linda un placer cenar contigo.

Yo: ¿Quién eres y como obtuviste mi número?


Desconocido: Sabes bien quién soy. Por cierto, te quedá muy bien el negro.

Me quedé pensando un rato, sabía que era él. Lo que no entendía era dos pequeños detalles:
1. ¿Cómo consiguió mi número?
2. ¿A que se refería con lo del color negro?

Mi ropa de hoy fue: una blusa de color gris y mis pantalones de mezclilla azul clara, nada de negro, exepto mi sostén...
¡Ese pervertido lo vió cuando me ayudó!
¡Es un gran idiota!

N.A. Holaaaaa
Realmente no lo pensaba continuar, pero alguien lo pidió, aquí está la siguiente parte.
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Choose Me - Kery03Donde viven las historias. Descúbrelo ahora