Parte 2

974 57 33
                                    

Estaba en casa pintando un cuadro cuando mi celular comenzó a sonar, me paré lo más rápido que pude y comencé a buscarlo. Cuando finalmente lo encontré y lo tuve en mis manos pude observar en la pantalla la leyenda de "Llamada entrante de número desconocido". Dudé en contestar, pero pensé que probablemente sería una emergencia, así que terminé atendiendo...

– ¿Hola? –

– Hola... ¿Maya Hart? – escuché a una dulce voz del otro lado de la línea, misma que sonaba algo familiar para mí, sin embargo, no lograba distinguir de dónde.

– Si, soy yo. ¿Quién habla? – respondí con curiosidad.

– ¡Oh, Peches! ¡Estoy tan feliz de escucharte de nuevo! – Me quedé en shock por un momento. Tenía tantos años de no escuchar su voz, que ni siquiera podía distinguir si realmente había cambiado tanto, o si simplemente no la recordaba bien. Me fui más por la primera opción.

– ¿Riley? ¿Eres tú? – Me animé a hablar, pero no pude evitar que mi voz se quebrara en el proceso. Esperé a que contestara de vuelta, pero no pude oír nada más. – ¿Riles? ¿Sigues ahí? – Pregunté, pero del otro lado sólo pude escuchar la entrecortada voz de la castaña, hasta que la llamada terminó cortándose.

Intenté recuperar su llamada, pero era imposible. Me quedé pensando un momento hasta que se me ocurrió que quizás podría contactarla por whatsapp, así que agendé el número y procedí a escribirle.

"Hola, Riles. Soy Maya. Disculpa, no sé que pasó, simplemente la llamada se cortó y por más que intenté volver a comunicarme contigo, no lo conseguí. Espero que al menos podamos hablar por aquí."

"¡Hola, Maya! Gracias por escribirme. Pensé que estarías desconcertada por mi llamada, incluso llegué a pensar que estarías molesta conmigo".

"Enojada nunca. Desconcertada sí. Bastante, a decir verdad.
Por cierto... ¿cómo conseguiste mi número?"

"Me alegro de que no estés enojada.
Pues... en realidad... Hace unas horas tomé el celular de mi padre por error, creyendo que era el mío. Luego apareció tu nombre en la pantalla como llamada entrante. No supe cómo reaccionar, eso me tomó por sorpresa. Cuando el impulso de contestarte llegó a mí, ya era demasiado tarde, pues habías cortado. Aparte de percatarme de mi error, me confundió mucho el hecho de que sigues en contacto con mis padres y yo no lo sabía.
Así que me armé de valor, apunté tu número y en la primera oportunidad que tuve, le devolví el celular a mi papá sin decirle nada. Lo demás ya lo sabes..."

Leí atentamente cada una de sus palabras. Supuse que era verdad, porque, aunque les pedí a Cory y a Topanga discreción y ellos habían cumplido con su parte del trato, era evidente que en algún momento esto no se podría ocultar más. Era sólo cuestión de tiempo.

"Oh... ahora comprendo porqué tu padre no contestó. Ya me resultaba raro. Pensé que estaría ocupado o algo así."

"Así que es verdad... todo este tiempo han estado en contacto."

"Pues... sí."

La pantalla marcaba que mi mensaje había sido leído. Sin embargo, no obtenía respuesta. Imaginé que ella, al igual que yo, estaría asimilando todo lo que había pasado. Pocos minutos después apareció en la parte superior de la pantalla un "Riles está escribiendo..." y permaneció así por unos 5 minutos, hasta que finalmente contestó.

" Maya, sé qué hace mucho que no hablamos, en serio que durante todo este tiempo intenté averiguar sobre ti, pero cada que comenzaba a cuestionar al tío Shawn o a tu madre, la única respuesta que recibía a cambio era: Ella está muy bien, gracias por preguntar. Y aunque estaba feliz de saber que estabas bien, también me dolía como el infierno que los meses pasaran y tú no me contactaras. Ni una carta, ni un mensaje ni nada. Y no te miento, muchas veces estuve furiosa de que te fueras, de que me dejaras sola, porque, aunque los chicos estuvieran aquí, nadie nunca podría ocupar tu lugar. Entonces quise odiarte, aunque fuera sólo un poco, pues quizás el coraje era más fácil de sobrellevar en comparación de la tristeza de haber perdido a mi mejor amiga.

When we were young (Lucaya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora