Prólogo - Una Nube

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¡Cómo quisiera ser una nube! Estar siempre en el cielo y dejarme llevar por el viento. Siempre pura, intangible. Que solo las aves me puedan tocar y desde el cielo siempre observar la tierra y su grandeza. No tener obligaciones ni deberes...

—Pero las nubes sí que tienen obligaciones.

—¿Lym? —Preguntó Lug.

—¿Quién si no? —Responde Lym.

Lym. El mejor arquero de la clase. Cabello de un rojo tan oscuro como el cielo en el último momento del atardecer de otoño. Y a pesar de ese cabello tan rojo, es un elfo, se le nota en sus orejas largas y afiladas, así como su rostro y ojos. Desde la primera vez que lo vi sigo sin acostumbrarme a esa combinación, es el único elfo que conozco con cabello rojizo, cabello de enano. Pero aun así sigue teniendo la elegancia de un elfo al moverse y esa belleza que solo un elfo sabe que tiene incluso antes de nacer.

—¿Por qué te me quedas mirando así? —responde Lym— Deberías controlar eso de soñar despierto, ahora incluso hablas mientras lo haces. Podrías dar información que para algunas personas no es agradable.

-—¿Cómo qué?

—Como que tu mejor amigo tiene descendencia enana además de elfa. —veo un deje de vergüenza en sus ojos.

—Lo siento, Lym. No fue mi intención. A veces es solo inevitable. Y no hay porqué avergonzarse de eso.

Me mira durante un segundo y suspira de golpe.

—¿Qué haré contigo? Bueno, supongo que los amigos se deben perdonar esas cosas, pero intenta controlar esos sueños sin estar dormido, no todos son tan compresibles como yo.

No sé qué decir pero al final termino asintiendo.

Parece que es suficiente para él. Pero luego me lanza una de sus miradas peligrosas.

—¿Qué haces aquí? Nunca he entendido por qué te gusta estar tan cerca del bosque. —Dice mientras mira a este con cara sombría— Dejando eso de lado, deberías prepararte para la prueba, hoy seremos ascendidos a Karum y nos dirán nuestro enfoque. —Me dice con cierta molestia.

—No es hasta el atardecer y no creo que nada de lo que pueda hacer ahora me ayude.

—¡Pero aún no sabes tu enfoque! Si tú no lo sabes, cómo esperas a que la fuente lo sepa. —Me responde con la misma frase que ya no sé cuántas veces he escuchado.

—No discutiremos eso de nuevo, ya lo sabré cuando el sol...

¡BOOOOM!

—¿Qué ha sido eso? —me pregunta.

—Pareció una explosión. Debemos ir a ver, quizá necesiten ayuda.

—Vale, vam...

¡CLONK!

—¿Un aviso de campana a est...?

¡CLONK!

Su voz quedó apagada por el segundo aviso.

Nos quedamos mirando.

Pienso en decir que quizá se hayan adelantado a la hora de comer por ser el día de El Enfoque, cuando...

¡CLONK!

Tercer aviso de campana. Desde que vine acá hace 10 años nunca había escuchado a la campana sonar 3 veces, pero fue lo primero que nos dijeron al llegar. Lo recuerdo perfectamente: "Hay muchas reglas en la escuela, mis queridos Kerums. Pero hay 3 cosas que siempre deben tener presente. 1 aviso de campana es para despertar e ir dormir. 2 avisos para las comidas. Pero cuando escuchen 3 avisos, corran al bosque, huyan de la escuela, eso significa que esta ha caído". Recuerdo que todos quedamos mirando con nuestros ojos aterrorizados cuando escuchamos eso, pero al final el señor de los avisos dice: "No pongan esas caras, no deben preocuparse. Desde la creación de la escuela jamás se han dado los 3 avisos, solos es una precaución".

Los 3 avisos fueron dados, la campana acaba de sonar 3 veces, la escuela ha caído.

Lym me mira. En sus ojos solo veo desesperación.

Veo en dirección a la explosión y veo como una columna de humo empieza a crecer hacia el cielo.
"¡Qué gracioso!" -, pienso y un amago de sonrisa amenaza a mis labios-, ese humo parece una nube.

—¡Al bosque! —le grito.

Sin pensarlo corro y siento que él me sigue. Estamos a solo unos pasos del bosque.

La escuela ha caído, nos acercamos al bosque.
La escuela ha caído, después de miles de años de su creación jamás se habían dado los 3 avisos.
La escuela ha caído, el bosque nos absorbe.

Y así empieza mi historia, la historia de Lug. Un muchacho que quiere una vida tranquila pero que no sabía que Krum, el gran dios de los Karum, tenía otros planes para él. Muerte, vida, romance y dolor. Asesino y héroe por igual. Bandido y justiciero. Todo eso le llamaron y más. Pero ahora tú que conocerás los hechos, ¿cómo le llamarás?

Crónicas de LugWhere stories live. Discover now