❞ʙʟᴀᴄᴋ ʟɪғᴇ❝ || ᴅʀᴇᴀᴍᴄᴀᴛᴄʜᴇʀ & ʙᴛs

Humanos.

Hace unos minutos todo era oscuro, y ahora...

Con una extraña sensación sus ojos fueron abriéndose, obligados por la inesperada falta de sueño que hace unos momentos tenía.

¿Ya morí?

Su mirada intentó analizar el lugar, pero el montón de gente que la apretaba le dificultó el trabajo. Así que, atravesó un poco de personas, apartándola y a veces empujándola hasta llegar a un espacio menos poblado. Aprovechó para mirar a su alrededor y lo primero que divisó fue un lugar bonito y decorado que se hallaba no muy lejos de ella. Si lo detallaba, el lugar parecía ser la entrada al cielo.

Y tal como en los cuentos de hadas, habían ángeles recibiendo con sonrisas a las personas —la mayoría ancianos y niños—, mientras verificaban una extraña lista larga.

Sin duda, ese era el lugar dónde pertenecía.

Caminó halagada hacia la bienvenida al paraíso, solo siendo detenida por un ángel.

—¿Me permite su nombre? —cuestionó. Su mirada apartándose de la lista para mirarla a ella.

—Por supuesto —respondió, tirando de su cabello y sonriéndole al mítico ser que resultó no ser tan mítico—. Kim YooHyeon.

Los ojos del ángel volvieron al extendido papel, pronunciando suavemente Kim Yoohyeon, buscando de forma rápida las iniciales, mientras tiraba de la lista.

Paciente, la joven esperó.

—¡¿Qué?! ¡Eso no puede ser cierto!

El ruido provocado llamó la atención de todas las miradas, inclusive de la curiosa Yoohyeon.

—Señorita, por favor...

A lo lejos una mujer parecía ser llevada a la fuerza por unos guardias ángeles muy grandes, mientras la intentaban sacar del paraíso. Yoohyeon frunció sus labios. Que lástima.

Aún así, su mirada permaneció por el morbo de seguir viendo a la mujer y lo que le sucedía. Aunque no era de su importancia, todavía tenía los sentimientos de un humano, y eso incluye la curiosidad.

—¡¿Cómo es esto posible?! ¡Por favor, lean bien! ¡Soy Park SooYoung!

A la escena se agregó otro personaje más, quién con mucha calma caminaba con un libro en mano hacia la mujer.
Abriendo el viejo testamento, leyó a lo alto.

—Park SooYoung, mejor conocida como Joy. 23 años —Antes de proseguir, el ángel alzó su vista del libro pidiendo un permiso silencioso para continuar, viendo asentir a la mujer.

—¡Esa misma! —un brillo de esperanza iluminó en sus ojos.

Y la mirada del ángel denuevo posó en el libro y continuó.

—Traidora de Naciones, traficante de maquillaje, estafas a por mayor, y viuda de un hombre famoso, quien asesinó después del matrimonio —Leyó las primeras líneas, y por lo visto, parecía haber más.

El brillo de esperanza se volvió un brillo de miedo, pero de alguna forma, que cargaba orgullo. No hacía falta más evidencia para retirarla del lugar. Asintiéndole a los guardias ángeles para que continúen su trabajo de expulsarla mientras que con pasos serios se retiraba de la escena.

Aún así, la mujer insistió.

—¡No! ¡Yo no quiero ir al infierno!

Haciendo inútil fuerza contra los grandes. Sus uñas postizas parecían quebrarse y su largo y elegante vestido impedían hacer más.