Cuando crecí en el orfanato se reían de mi.
Nunca entendí, eramos de la misma edad y ninguno tenía papá o mama, aunque había varios hermanos y hermanas allí.
Siempre que tocaba limpieza conmigo me daban unos guantes super largos de plástico, me llegaban hasta el codo.
Ellos me dijeron cosas, cosas horribles:
Ey rarita, no te quites los guantes puedes que nos pegues tu rara enfermedad y ya nadie nos quiera
Eso, deberías quedarte sola y desaparecer ya que nadie te va a querer por ser tan rarita
Ellos me golpeaban:
-Me pegó un empujón-Quita rarita, porque no te vas con las ratas de la cocina, ellas son igual de asquerosas que tú
Hasta que un día.... :
-Me dio un puñetazo- ¿Por qué no lloras? Vamos rarita, pide ayuda, nadie te hará caso
Me enfadé:
-Me levanté- ¿Llorar? Eso no duele - una luz violeta se ve a través de los guantes-
Y... Les hice daño sin querer, tan solo me quité los guantes y... :
-Levantéla mano- ¿Por qué no os vais vosotros con las ratas? - un fuego violeta suave salió de mis manos quemando a los otros niños-
Simplemente salí corriendo de aquel lugar, temiendo hacer daño a alguien más, pero me encontraron y me llevaron con una mujer extraña, había un montón de señores con una ropa extraña que nunca ví, había unas letras raras, me pareció leer sweet, que es lo que la señorita Chloe me dijo que significaba dulce, pero esos señores no parecían muy dulces.
Me llevaron en un coche grande parecido al que nos traía la comida al orfanato.
Y le pregunte a la mujer.
- ¿quien eres?
- Mi nombre es Kaelea, y el tuyo es Kyara, ¿me equivoco?
-¿A dónde me llevan?
-Bonitos guantes, me a dicho la señorita Chloe que nunca te los quitas
-Me lleváis por lo que le hice a los niños malos ¿verdad?
-Eres muy lista cielo, pero tranquila no te pasará nada
-¿Por qué me lleváis a mi si son ellos los que me hacen daño?
Llegamos a una casa.
-¿Es aquí verdad?
-Si, pero tranquila solo serán unas pruebas
-No quiero pruebas ¿acaso por defenderme de los niños que me hacen daño merezco esto?
-Kyara tranquilo -parecía asustada-
-Tranquila no te haré daño, tu me caes bien
-¿Qué?
Me levante me quite el guante de la mano derecha la extendí, gire la mano a la derecha y la cerradura se fundió
-Lo siento pero tengo que irme
-¡Espera!
-me giré- Dime
-Dejame por lo menos hablar contigo, después de eso podrás marcharte
-De acuerdo
-Le diré al SWAT que se retire
-¿Los señores que se llaman dulce?
-Sweet no Swat
Salimos del coche grande con el nombre de SWAT en un lado que no pude ver antes y vi a la señora Kaelea hablar con un señor de los del SWAT, poco después entramos en la casa mientras los señores se iban.
Bajamos unas escaleras y llegamos a una habitación con un montón de botes de cristal con líquidos dentro, pensé que era zumo pero la señora Kaelea no me dejó beber de ellos.
Me enseño unos videos de cuando tradujo un papel grande muy viejo.
-No entiendo nada
-A ver cielo esto-
-Le interrumpí- ¿Podrias dejar de llamarme cielo? Por favor
-De acuerdo, lo que dice el papel es que hay otros tres niños como tú, más o menos de tu edad con los mismo poderes que tú pero con diferentes marcas hay una cosa que logre descifrar en el video, tus marcas significa Fénix Solitario, creo que es importante que lo sepas, si encuentras a los otros 3 niños podréis abrir un portal-
-¿Portal?
-Es una puerta a otro mundo, en donde os encontraréis algo que os podrá liberar de la maldición de vuestros poderes
-¿Cómo puedo saber que no me mientes?
-No puedes, tu confía en mí
-¿Y cómo sabré donde están?
-Os podéis detectar entre vosotros, mi hijo Luca te encontró
Me giré y vi a un niño asomado a la puerta que se escondió deprisa
-Tus manos brillan cuando otro como tú está cerca -señalo a mis manos-
-Me miré las manos- Okay, pero puedes estar en cualquier parte del mundo
-Mi hijo te acompañara, y cuando necesiteis cualquier cosa solo me tendréis que llamar y la tendréis, podréis buscar en todo el planeta pero daos prisa, no nos podemos tirar años buscando, hoy te quedaras aquí a dormir y mañana saldréis
-Dos niños indefensos en medio de la calle solos, ¿usted está loca?
-rió- ¿Indefensos? ¿Vosotros? -rió más fuerte-
- Vale vale, ya lo pillo no me escapo
-Ve a conocer a Luca, después de todo va a ser tu compañero desde hoy yo haré la cena
-¿Y el papá de Luca?
-Se marchó cuando el nació, ¿más preguntas? -dijo seria-
-No señora Kaelea
Salí de la habitación
-Luca estará en su cuarto, es muy tímido, ve a hablar con él
-De acuerdo ¿Dónde es?
-Al subir las escaleras la última habitación del pasillo
Subí las escaleras y llamé a la puerta de la habitación
-Luca soy Kyara, ¿puedo entrar?
Al no recibir respuesta entré, me miro extrañado y se escondió debajo de las sábanas de la cama
-¿Te pasa algo?
-N-no
Me acerque y me senté al borde de la cama
-Soy Kyara -le ofrecí la mano-
-Me miró desconfiado- yo Luca pero ya lo sabes
-le miré la cara- tienes unos dibujos diferentes -retira las mano-
-Tu también
-Nunca vi a alguien como yo
-¿tú eres cómo yo? -extiendió la palma de su mano y vi las mismas marcas pero en color celeste-
-Si - me quité el guante y junté la palma de mi mano con la de él- ¿lo ves?
Empezó a brillar una luz extraña y separamos las manos enseguida
-Por eso nunca me quito los guantes - me lo puse enseguida-
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El Despertar De La Llama
Science FictionTrata de una pequeña niña con un par de guantes y una gran historia con un poco de magia