La Pequeña Esperanza

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Apareció detrás de nosotros una niñita con un cachorro.

-¿Quién eres?

-Eso no importa, ¿buscáis a alguien con las marquitas en las mejillas?

-Si, ¿sabes algo?

-Conozco a un niño, vive en Seatle, está bastante lejos de aquí, sus papás abandonaron a su cachorrita Kira, él tiene marcas como vosotros

-¿Dónde de Seatle?

-No estoy segura, pero seguro que os ayuda si le devolveis a Kira

-¿Sabes el nombre del chico?

-Se llama William

-¿Por qué tienes su cachorro?

-Me dijo que la cuidara si le pasaba algo, era amigo mío

-¿Me dejas ver a la pequeña Kira?

La niña se la dio. Luca miró el colgante.

-Kyara, tiene collar así que seguro tenga microchip, llamaré a mi mamá para que nos lleven a Seatle

-¿Y para qué necesitamos el microchip?

-Con el tendremos toda la información de los dueños y encontraremos a William

-Eres un genio (sonríe)

-Gra-gracias

-Pequeña, ¿nos podemos llevar a la cachorrito?

-Si pero decidle que su amiga Zoe la estuvo cuidando todo este tiempo

-Por supuesto

Luca llamó a su mamá y los recogió el SWAT. Nos llevaron a casa de Luca, allí la mamá de Luca nos dijo que tendríamos que esperar unos días a que analizaran el microchip y nos llevarán a Seatle.

-Por hoy os habéis ganado un descanso, podéis ir a jugar a la habitación de Luca

Los dos subimos a la habitación de Luca. Él se sentó, se quito sus guantes y se puso a leer.

Yo me quite los míos y me puse a dibujar.

-Kyara

-(le mira) Dime

-¿Jugamos a algo juntos?

-¿Con qué?

Luca sacó un juego de mesa y nos pusimos a jugar.

-Aaaaah no me sale ningún tres

-(Ríe) Seguramente te voy a ganar

-No es justo

Entonces Luca hizo un ronrisa en el aire con fuego.

-Vamos sonríe

Mire a los dados frustrada y me tire de espaldas en el suelo.

Me puse a hacer formitas con el fuego en el aire.

-Eso mola yo solo se hacer sonrisas

-Si quieres te enseño

Nos sentamos los dos en el suelo y nos pusimos a jugar con el fuego, ya que mis llamas son violetas y las de Luca celestes, se diferencian.

-Así no, tienes que hacer el tallo de la flor más largo y los pétalos más pequeños

-Es muy difícil

-Yo te ayudo

Le agarré el brazo y empezamos a brillar, así que le solté.

-Espera, iré a por un guante

-No

Luca me cogió la mano.

-Pero y si es peligroso

Luca me miró y los dos juntamos las palmas de las manos.

Empezamos a brillar, y empecé a ver algunos de sus recuerdos.

Entonces nos separamos.

Una luz violeta recorrió las marcas de su cara, y una luz celeste recorrió mis marcas.

-Tengo una idea

Toque con mis manos las marcas de cara, entonces vi todo.

Vi como su padre se fue, estuvo solo, sentado en su habitación, cantando, viendo a otros niños desde su ventana.

Quité las manos de su cara.

Luca empezó a llorar con la cabeza agachada.

-Tenías razón, no debíamos haberlo intentado

Abracé a Luca.

Le solté y me puse los guantes.

-Escapémonos

-¡¿Que?!

-Solo un ratito para jugar en la calle

-Pero preocuparemos a mi mamá

Le agarré las dos manos y las levante a la altura de sus hombros.

-Sólo será un rato, no se dará cuenta

-Va-vale

Le solté, cogí la sábana de la cama y la até a un extremo de la barandilla del balcón.

-¿Bajas?

Luca sonrió y bajamos.

Dimos un paseo por las calles que estaban más lejos, entonces apareció el SWAT, la mamá de Luca.

-Niños, ¿que hacéis aquí?

-Sólo queriamos jugar

El SWAT se preparó para atacar.

Extendí el brazo empujando a Luca detrás de mi y me puse la capucha.

Me quite los guantes y se los di a Luca.

Me subí las mangas y mis marcas empezaron a brillar.

-¡Alto! Es solo una niña

Los señores empezaron a disparar, yo extendí mi mano y un muro de fuego derritio las balas.

Levanté la cara y les miré desafiante a los ojos.

-¡Atrás!

Un señor enfrente de la multitud gritó:

-¡Disparad!

Apreté los puños, hice una ola de fuego y la detuve antes de que los tocara.

-No me obligueis a hacerlo

Luca soltó los guantes en el suelo, se quitó los suyos y grito.

-No nos obligueis a hacerlo

Me miró y asentí.

Deshice la ola chasqueando los dedos.

-Dejadnos un rato para jugar en la calle

-No podemos, entrad en casa

No mamá!

Luca apretó los puños, le agarré la muñeca y le susurre:

-(susurro) Calmate, yo te ayudaré

-Niños, es muy peligroso

-(suspiro) Solo un rato, tu nos vigilarás

-Señora Warren no podemos permitirlo, es muy peligroso

-Cállese General Nym. De acuerdo niños, yo os vigilaré




El Despertar De La LlamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora