No entiendo mi comportamiento,
o más bien mis sentimientos.
Intento ser consciente de cuál fue el momento
en el que viéndote a ti,
cambiaba algo dentro de mi.
Tan solo recuerdo que con un simple "Buenos días",
me alegrabas la vida.
De pronto pase a no saber como comportarme delante de ti,
y de ahí, a dudar de mi.
No sé si fue por tus detalles o por tus buenos modales,
pero poco a poco me cautivaste.
Con tu forma de ser, tu locura contagiosa,
tu preciosa sonrisa y tus labios carnosos.
No sé si tu corazón me pertenece,
o si tu mente piensa en mi algunas veces.
Tal vez no sea el momento, el lugar o ni siquiera la vida
en la que tenga la posibilidad de que exista un NOSOTROS.
Pero a pesar de eso,
no puedo evitar pensar en como sería
el levantarme junto a ti cada mañana,
darte los buenos días de una forma diferente a la de ahora,
tener esas discusiones y
acabar las negociaciones bajo las sábanas.
Irnos de vacaciones a los lugares más recónditos de la tierra,
donde poder conocernos poco a poco cada vez más.
Y mientras tanto, aquí estoy,
emocionándome cada vez que leo esto.
Esperando y deseando que sea
el MOMENTO, el LUGAR y la VIDA adecuada.