Al día siguiente, el sol salió, pero desde ese frio y húmedo bosque que nomás dejaba pasar unos rayos de sol no se notaba mucho, Nila y yo recogimos nuestras cosas e iniciemos el segundo día de nuestro viaje…
-Madre mía que frio hace- Dijo sacando una chaqueta de su maleta, después de que se la pusiera continuemos el viaje…
-ALTO AHÍ!!- Dijo una voz desconocida, Nila y yo nos fijemos en todo lo que nos rodeaba, pero no vimos nada esa voz tenia de ser alguien que se supiera todos los lugares de este bosque. De repente salió como un duende de unos 30 centímetros.
-Hola viajeras, que os ha perdido por este bosque tan peligros.- Dijo el duende.
-Tenemos que pasar por aquí para ir a ver al viejo sabio.- Dije seria.
-I se puede saber porque queréis ir a ver al viejo sabio??- Dijo el duende con cara de felino.
-Queremos saber porque el rey tomas ha detenido a mi padre – Dije. Entonces el duende dijo:
-El rey toma???- Dijo el duende, entonces el duende se quedó pensativo.
-Si queréis que os ayude cerrad los ojos durante un minuto.- Dijo el duende serio. Cuando abrimos los ojos ni yo ni Nila teníamos nuestras maletas, ese duende nos havia robado e ido mientras teníamos los ojos cerrados...
-Maldito duende, nos ha engañado como si fuéramos unas pobres tontas!!!- Dije furiosa ja que, en esa maleta teníamos todo incluido el dinero.
-Como me lo vuelva a encontrar te juro que se va a enterar!!!- Dijo Nila furiosa. Cuando nos tranquilicemos decidimos continuar el camino, íbamos caminando hasta que apareció una animal muy peculiar un… jabalí...
-Tess no te parece que ese jabalí se está preparando para atacar.- Dijo echándose unos pasos lentos hacia atrás.
-La verdad es que tienes razón ese jabalí…- El jabalí me corto ja que empezó a correr hacia nosotras. Empecemos a correr, después de unos minutos decidimos subir a un árbol cuando por fin conseguimos subir al árbol el jabalín se iba poco a poco cuando lo perdimos de vista bajemos, en ese momento apareció ese maldito jabalín.
-Esto es increíble!!! No se había ido??- Dijo Nila gritando i al mismo tiempo subiendo de nuevo al árbol.
- Ja te digo ¡! Este animal estaba esperando a que bajáramos de árbol para volver a atacar!!!- Dije subiéndome al árbol. Cuando por fin todo se tranquilizó bajemos del árbol, en cuando bajemos salimos corriendo por si el jabalín se había escondido para atacar como antes. Después de uno 3 o 4 minutos continuemos nuestro viaje, pero, gracias ese maldito jabalín habíamos llegado al inicio del monte de la muerte.